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En lo que parece ser una tradición de las comienzo de las sesiones ordinarias parlamentarias bonaerenses, durante la tarde de hoy María Eugenia Vidal realizará la apertura legislativa de la provincia de Buenos Aires en su rol de gobernadora.

Sin un grupo de alumnos en los palcos pero con un acompañamiento mayor en las bancas tanto de Diputados como de Senadores, la mandataria utilizará alrededor de una hora de discurso para hacer un repaso de gestión, el ya famoso «de dónde venimos y hacia donde vamos» y apuntar la segunda mitad del mandato.

Un punto fundamental para la estrategia planeada por Vidal y su equipo de cara a lo que viene es el rol de la obra pública. Sin embargo, desde que desembarcó en La Plata la provincia se maneja bajo el formato de emergencia.

«Va a hacer un llamamiento a los legisladores para que aprueben una nueva ley de Obras Públicas, acorde a los tiempos que hoy tenemos», explicaron desde el entorno de Vidal.

«Hace dos años que estamos bajo el sistema de emergencia para la contratación y no tenemos más margen para prorrogarlo. Antes de abril tenemos que tener resuelto el problema», agregó un legislador del Pro.

El pedido de Vidal ya fue adelantado a la tropa propia a principios de febrero. Así lo había explicado el presidente del bloque de senadores de Cambiemos, Roberto Costa, cuando a la salida del encuentro con la gobernador cuando señaló que este año el bloque oficialista se concentrará en «la reforma educativa, de la Justicia y en la de la ley de obras públicas».

Desde hace años que se intenta modificar la ley de Obra Pública en busca de un cambio legal para los contratos y acceder a herramientas nuevas como por ejemplo PPP, pero lo más importante que busca imponer el cambio que impulsa el Ejecutivo provincial es que los privados puedan gestionar créditos internacionales con algún tipo de reaseguro estatal.

Desde Cambiemos afirman que eso «acelera los tiempos». Desde la oposición señalan que no es más que una estrategia para «desconsolidar las deudas del presupuesto provincial con el fin de reducir el déficit» a imagen y semejanza de lo que está haciendo la Nación pero que, como el reaseguro de pago frente a cualquier traspié de los privados el Estado provincial «tarde o temprano termina haciéndose cargo».

Desde el Ministerio de Infraestructura explicaron a El Cronista que el presupuesto de 30.000 millones de pesos un incremento de apenas 3,45% tomando en cuenta que el presupuesto del 2017 fue de $ 29.000 millones «las prioridades están enmarcadas en la cuarta etapa de las obras del Salado, el Reconquista y el río Luján; rutas, las obras de la emergencia hídrica por las inundaciones y guardias de hospitales».

La provincia cuenta con la ventaja de ser la que mayor cantidad de fondos vía obra pública recibe de la Nación. Un trabajo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) respecto de la distribución geográfica de la obra pública prevista en el presupuesto nacional de 2018 señala que Vidal se quedará con el 22% del gasto presupuestado.

Fuente: El Cronista