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La inseguridad alimentaria, que consiste en la reducción del plato de comida o la percepción de hambre, pasó del 28,2% en 2018 al 32,2% en 2019. Además, también se observó un aumento de las problemáticas que sufre la gente a la hora de acceder a la atención médica. Estos datos constituyen, según la UCA, uno de los más altos respecto a los últimos diez años en Argentina.
Asimismo, la pobreza por ingresos se incrementó del 33,6% al 40,8% en un año, un número que no se alcanzaba desde 2006. Según el director del Observatorio encargado de llevar a cabo el estudio Agustín Salvia, «si bien se pudo visualizar una leve mejora en el acceso de la gente a algunos servicios y vivienda digna, hay datos de elevados niveles de pobreza por ingreso o inseguridad alimentaria que hablan de una Argentina que sigue fragmentada». En diálogo con Infobae, Salvia explicó que el aumento de las cifras se debe a las dificultades para el acceso a medicamentos, a la atención médica en un contexto de fuertes incrementos de los precios y un descenso del consumo a nivel general.
En cuanto al empleo pleno y la seguridad social, la UCA observó un deterioro significativo ya que el nivel de hogares que no reciben ingresos provenientes de empleo registrado o jubilaciones subió cinco puntos (del 25% al 30%). Por otra parte, respecto al acceso a servicios básicos, sí se llegó a una mejora ya que las casas que presentan privación pasaron de representar el 38% al 30% en 2019. Sin embargo, hay un 33,5% que padece no tener agua potable o red cloacal.
La investigación de la UCA se llevó a cabo en 5.760 hogares de todo el país. En ella, se midieron variables como alimentación y salud, vivienda digna, pobreza por ingreso, servicios básicos, accesos educativos, medio ambiente y empleo y seguridad social.
Fuente: Hace Instantes