Según las informaciones de The Guardian, desde entonces los servicios de Inteligencia obtuvieron más información a través de sus redes y pudieron determinar que Al Hashimi es el alias de Al Salbi, quien estuvo detrás de la campaña de esclavitud y genocidio contra la minoría yazidí en Irak.
Al Salbi, nacido en una familia turcomana en la ciudad iraquí de Tal Afar, es uno de los fundadores del grupo yihadista y un veterano en combate, además de uno de los ideólogos más influyentes en el seno del grupo, lo que implica que es uno de los pocos integrantes no árabes de la cúpula de Estado Islámico.
En el mensaje en el que confirmó a Al Hashimi como nuevo líder del grupo y nuevo califa, el vocero de la organización terrorista, Abú Hamza al Qurashi, incidió en su autoridad y dijo que se trata de un erudito religioso y un «experimentado comandante», sin más detalles.
Al Salbi ascendió entre las filas de Estado Islámico gracias a su historial como erudito islámico, dado que cuenta con un título en Sharia emitido por la Universidad de Mosul, y emitió ‘fatuas’ que autorizaron el genocidio contra los yazidíes.
Por el momento no hay informaciones que apunten a dónde podría encontrarse, pero la búsqueda se extendió a Turquía, donde su hermano, Adel Salbi, es miembro del partido Frente Turcomano de Irak.
El Gobierno de Irak declaró el 9 de diciembre de 2017 el «fin de la guerra» contra Estado Islámico en el país, después de que los militares recuperaran los últimos bastiones que aún permanecían bajo control de la organización yihadista.
Asimismo, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) tomaron en marzo de 2019 la ciudad siria de Baghuz (este), lo que supuso la caída del califato territorial de Estado Islámico, que perdió así todas las zonas que controlaba en Siria e Irak.
Fuente: Ámbito