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La imagen es caótica. Ropa tirada, cajones abiertos, almohadones despedazados, libros tirados, todo revuelto y un mensaje en el espejo del baño hecho con una tinta roja: «Jodete». Así, un grupo de delincuentes dejó ayer una vivienda en Los Nogales, en Los Polvorines, a pocas cuadras de la quinta del presidente Mauricio Macri, donde pasa los fines de semana junto a su familia, y donde hace pocos meses un grupo de jóvenes tras salir de una fiesta había querido ingresar al domicilio y terminaron detenidos.

Aunque no fue el único caso bajo esa modalidad, los vecinos de ese barrio residencial denuncian hechos de esas características desde noviembre pasado.

«Entre noviembre y diciembre tuvimos al menos seis hechos violentos de entraderas. La modalidad fue siempre la misma, al menos cuatro delincuentes armados y uno afuera de campana. A fines de diciembre pensamos que se había terminado, pero ahora volvieron. Nos parece increíble que sigan pasando estos sucesos ya que estamos rodeados por las quintas de Macri, los Bulgheroni y el Club Universitario de Buenos Aires (CUBA). Tendría que haber seguridad, pero no nos paran de robar», dijo Fernando Hermann, un vecino de la zona.

Desde el Ministerio de Seguridad bonaerense dijeron que el año pasado, tras la seguidilla de hechos, la policía apresó a cuatro hombres de entre 34 y 51 años. Según precisaron, la zona se reforzó con recorridas de la policía y por la noche de la Gendarmería Nacional. Sobre este último robo, informaron que se están analizando las filmaciones de las cámaras de seguridad para dar con los delincuentes.

Los Nogales es un barrio residencial donde abundan las casas quintas. Según los vecinos consultados era un barrio tranquilo, «donde siempre se sintieron seguros pero que desde hace unos meses todo cambió».

«El martes pasado le pasó a mi hermana. Estaba saliendo de mi casa y cuando cerraba el portón de atrás le salió una persona con un arma. Le dijo que se calle y mi hermana empezó a gritar y este muchacho se subió al auto y se fue con todas sus pertenencias. Por suerte no le pasó nada, pero fue besante duro. Después a los pocos días apareció el auto a 20 cuadras de mi casa», relató Inés, una vecina Los Nogales que vive a pocas cuadras de último hecho.

«Yo fui el primero de la cadena. Nos robaron de la modalidad entradera. Tenemos una gran preocupación por lo que está pasando en la zona. Sentimos que liberaron la zona. Hoy pandillas [sic] de chicos que rompen las ventanas de las casas, se meten en las piletas tomándolas como propias. Contamos con una vigilancia privada. Son medidas estúpidas que tomamos, pero cada vez que llegamos nos encontramos con un hecho distinto», relató Hernán, otro vecino.

Y agregó: «A mí el año pasado me agarraron en la puerta de mi casa diciéndome que eran policías.´Que dame la plata, dame lo dólares´. Se llevaron desde el auto hasta computadoras, relojes, llaveros, plata. Fueron cuatro tipos armadas que nos golpearon mi mujer a y mi. Nos abrieron al cabeza. Nos terminaron encerrando en un en el baño. Mi mujer empezó a gritar. Los vecinos se alertaron y se fueron rápido. Es la misma metodología. No es muy distinto a lo que vive el resto del país. Pasa que ahora nos pasó a nosotros. Pasamos a ser más del montón».

FUENTE:LaNacion