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Si bien Estados Unidos es el país con el mayor número de muertes por el virus en el mundo, al registrar más de 20.000 decesos desde que empezó la pandemia, el país europeo finalmente también alcanzó la cifra lamentable.
El martes entrará en vigencia la nueva prórroga de la cuarentena que el gobierno de Giuseppe Conte dispuso hasta el 3 de mayo y que consiente, en el plano nacional, la reapertura de librerías, papelerías y negocios de venta de ropa para niños, mientras se mantiene la suspensión de clases y el cierre de las industrias «no esenciales».
La nueva disposición habilita una franja (de 7.30 a 8.30 en la mayoría de los casos) para que los supermercados den acceso prioritario a los mayores de 60 años, la considerada población de riesgo ante la pandemia, en un contexto en el que casi el 85% de los fallecidos tenía más de 70 años, según las estadísticas oficiales.
Sin embargo, la adhesión a la nueva norma se verá de manera heterogénea, especialmente en el norte del país, el área más golpeada. Así, el gobernador de la Lombardía, Attilio Fontana, firmó una disposición por la que habilita la apertura de los negocios para recién nacidos, pero mantiene el cierre de librerías y papelerías.
En Véneto, en tanto, el gobernado Luca Zaia habilitó un plan de «cuarentena soft» por el que las personas pueden hacer ejercicio a una distancia «prudente» de sus casas y permite las reuniones familiares grupales dentro de la «propiedad privada».
De cara al fin de la cuarentena, la viceministra de Cultura, Lorenza Bonaccoris, planteó hoy que el gobierno está trabajando para lograr que en verano europeo se pueda ir a la playa.
«Iremos al mar en verano. Estamos trabajando desde el punto de vista administrativo necesario para los establecimientos, imaginando una serie de normas tomadas con el comité técnico científico que asesora al gobierno y que contemplan la hipótesis de establecer medidas de distanciamiento también en la playa», planteó al canal de noticias Rainews.
Fuente: Ámbito
Foto: Télam