Científicos develaron el misterio sobre la estructura interna de la Luna

A medio siglo de las misiones Apolo, que proporcionaron los primeros registros, un grupo de especialistas de Francia dio detalles de la materia que conforma el centro lunar. Coincidió con los indicios detectados por la NASA. Los detalles



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Los primeros registros sobre la estructura interna de la Luna fueron realizados por los modelos sismológicos de las misiones Apolo que informó de una disminución de las velocidades de las ondas sísmicas en el límite entre el núcleo y el manto. La resolución de estos registros impedía una detección estricta de un supuesto núcleo interno sólido lunar y el impacto del vuelco del manto lunar en la parte más baja de la Luna todavía se discutía.

Sin embargo, más de cinco décadas después de que el Apolo 11 allanara el camino para los primeros estudios de este satélite, desde un equipo de científicos del Centro Nacional para la Investigación Científica (CBRS) de la Universidad de Côte d’Azur, la Sorbonne y el Paris Observatory-PSL se ha arrojado luz sobre parte de su estructura interna que hasta ahora había permanecido como un misterio: la Luna tiene un núcleo sólido, como la Tierra. Además de este descubrimiento, también presentan evidencias que explican la presencia de materiales ricos en hierro en la corteza lunar. El trabajo fue publicado este mes en la revista Nature.

Aunque la formación y evolución de la Luna todavía está sujeta a debate, la naturaleza de su estructura interior profunda ya se ha establecido. Más de cincuenta años después de las primeras misiones espaciales a la Luna, ya no hay lugar a dudas: tiene un núcleo interior sólido rodeado de uno exterior fluido, del mismo modo que ocurre con la Tierra.

Unos veinte años después de la identificación de un núcleo externo fluido, el equipo ha revelado la existencia de un núcleo interno sólido de unos 500 kilómetros de diámetro, que es aproximadamente el 15% del tamaño total de la Luna. Está hecho de un metal cuya densidad es cercana a la del hierro. Varios métodos, relacionados en particular con la rotación de la Luna, ya habían permitido identificar claramente el núcleo exterior fluido. Sin embargo, el núcleo sólido permaneció indetectable debido a su pequeño tamaño. Ahora se ha demostrado su existencia utilizando datos de varias misiones espaciales y del alcance del láser lunar.

Fuente: Infobae

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