A pesar del calor intenso y de sus ganas de volver, se enfrió el regreso de Osvaldo

El delantero está en Argentina para pasar fin de año con su familia. "Después de las Fiestas se vuelve a Portugal y se queda hasta junio allá", dijo su representante. El problema es que todavía no hubo un acuerdo económico con el xeneize y que el Porto le debe cuatro meses de sueldo. Además, se dice que tiene dos ofertas del fútbol italiano.



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Cuando Daniel Osvaldo supo de la vuelta de Carlos Tevez a Boca, su único objetivo, a partir de ese momento, fue retornar al Xeneize para jugar al lado de su amigo. Se lo hizo saber a su representante y este a la dirigencia del Porto de Portugal. Es más, el delantero arribó a la Argentina para pasar las Fiestas y así cerrar su nuevo vínculo con el club de sus amores. Pero ahora todo parece ir en reversa y el excéntrico atacante finalmente no se calzaría la camiseta azul y oro.
Y fue precisamente Darío Decoud, el empresario que maneja los destinos del ex jugador de Huracán, quien metió en el freezer el entusiasmo generalizado por el regreso del delantero y aseguró que continuará jugando en Portugal. «Se vuelve al Porto, se queda hasta junio allá», expresó el representante.
«Con Boca no hay nada arreglado y con Porto no se puede rescindir. Después de las Fiestas se vuelve a Portugal. No llegamos a un acuerdo con los portugueses y lo que ofrece Boca es muy poco», insistió el agente de Osvaldo, alertando sobre las dificultades que pusieron en riesgo la transacción.
Mientras los diarios de Portugal afirmaban que estaba prácticamente cerrado el trato para la rescisión de contrato, no son pocos los que creen en Boca que lo de Decoud es una estrategia tradicional de los mercados de pases: al goleador le adeudan cuatro meses de sueldo que pretende cobrar en los próximos días.
Por otro lado, dirigentes del Porto señalaron que ese club desembolsó dos millones de dólares a mitad de año para hacerse de los servicios del jugador por dos temporadas. «Tiene dos ofertas de Italia, el libro de pases en Europa cierra el 2 de febrero», concluyó Decoud, contando otras posibilidades.
En Boca están muy convencidos de que no van a desembolsar sumas millonarias de dinero, pero a su vez se mantienen con la certeza de que Osvaldo firmará con el club de La Ribera. “Creo que lo de la deuda que el Porto tiene con él se solucionará y finalmente Osvaldo se pondrá la camiseta de Boca. Acá lo importante es lo que desea Osvaldo, y él quiere jugar en Boca. Con eso alcanza, el resto se resuelve”, le confió un dirigente boquense de primera línea a El Gráfico Diario.
El propio Osvaldo manifestó en su momento sus deseos de regresar al club de sus amores y más aun cuando Carlitos, su amigo, y ex compañero en la Juventus, pegó la vuelta para calzarse la diez azul y amarilla.
Y fue el propio Apache el que le pidió al presidente Daniel Angelici para que trajera nuevamente a Osvaldo a Boca. El Vasco Arruabarrena le abrió las puertas pese a los inconvenientes del pasado, aunque puso como reparo que para que él llegara, debía irse Jonathan Calleri. Y hasta el mandatario boquense declaró en reiteradas oportunidades que estaba encaminada la negociación para sellar el acuerdo, más allá de su disconformismo por las malas conductas que tuvo el futbolista fuera de las canchas en su primer paso por el club en los primeros seis meses del año.
Por aquel entonces, Osvaldo, casado con la actriz Jimena Barón, llegó al país el 11 de febrero, proveniente del Inter de Milan, club del que se fue por una pelea con su compañero Mauro Icardi. Dos semanas después debutó oficialmente con la casaca xeneize en el partido por la fase de grupos de la Copa Libertadores ante Montevideo Wanderers. Ese día marcó un gol y así nació el idilio.
Si bien su nivel fue bastante bueno, no terminaba de ser determinante y, a pesar de marcar siete goles en 16 partidos, ese affaire con el hincha xeneize se fue diluyendo, sobretodo luego del escandaloso partido ante River por la Copa Libertadores, aquel del “gas pimienta” que dejó afuera de la competencia al Xeneize.
A mediados de año se le vencía el contrato y, en medio de un escándalo con su esposa, la dirigencia boquense decidió no renovarle el contrato, y el delantero se marchó al fútbol de Portugal.
Ahora quiere volver. Ya está en el país, eso es un aliciente. Él quiere jugar en Boca, esa es otra razón de peso. Disputar la Copa Libertadores formando dupla de ataque con Carlos Tevez lo desvela.
Por estos días se definirá la novela y se cuál será el futuro de Osvaldo. Él y el pueblo xeneize quieren que se cumpla su sueño y pisar nuevamente La Bombonera. Pero el dinero, que a veces mueve más montañas que la fe, tendrá la última palabra.

Fuente: Tiempo Argentino

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