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A punto de volver a la pantalla grande con «Arrebato», Pablo Echarri hablo de la película y de la situacion del país.

¿Por qué elegiste esta película?

Venía de la mano de Sandra Gugliota, que tiene una forma muy personal de filmar y una gran capacidad para generar climas. Llega con un color ese guión, se le ven ciertos instrumentos de thriller o de policial y es un personaje que me ofrecía un arco de transición muy interesante, un personaje oscuro.

-¿Qué peso tiene lo económico para decidir involucrarte en un proyecto?

Es aleatorio. Hay una realidad: yo trabajo de esto, y con esto mantengo a mi familia, pero hay algo que tiene que ver con una búsqueda artística que hace posible que uno sea un poco más flexible. El dinero es importante porque valoriza el trabajo y hace que uno se sienta verdaderamente útil y ofrezca lo mejor.

-¿Qué sentiste cuando apareció el nieto de Estela de Carlotto?

Emoción profunda, siempre fantaseaba con la idea. Tuve la oportunidad de conocerla y es como conocer a un ángel. Por eso también la gente siente lo que siente con la aparición de su nieto. Inclusive esas dos veredas que se manifiestan tan claramente hoy, llegaron a acercarse un poco. Creo que a todos les pareció justo.

-¿Cómo creés que te benefició o que te complicó tu cercanía con el kirchnerismo?

La parte que se puede leer como complicación, no la tomo como tal. Hay algo desde el comienzo de este trabajo, cierta característica del actor, como un deseo de que todo el mundo me quisiera. No lo creo complicación porque logré ser bastante más auténtico y eso me trajo una gran tranquilidad espiritual interior.

-¿No te cerró puertas?

Me imagino que me habrá otorgado seguidores y detractores, gente a la que le caía más simpático que antes y otra que no. Calculo que algunas puertas se habrán cerrado, tiene lógica ante uno cristalizar su idea política con lo que eso conlleva.

-¿Te gustó donde te plantaste?

Sí, me pareció un momento de mi vida mucho más importante para defender lo mío. No es solamente una idea política, esa idea encierra mis propios intereses. Yo tengo el deseo de crecer en esto que hago y creceré en la medida en que tenga espacio, que me incluyan en la posibilidad de tener un espacio. Si son siempre los mismos los que actúan, no hay posibilidad de crecimiento.

-¿Sentís que la ley de medios ayudó? ¿Estás conforme con lo que se vio hasta ahora?

Sí, no hay dudas. Creo que es una ley que tiene carencias, inclusive con la ficción. Se habla de producción nacional pero no de ficción. La producción nacional es algo más pequeño. La ficción es algo grande que necesita estar legislado, o tiene que existir un mercado de oferta y demanda que lo sostenga o tiene que haber una ley. Creo que es una mezcla de las dos cosas.

-¿Cómo ves el país hoy? Está muy cuestionado el kirchnerismo, con una inflación proyectada del 40% anual, un Vicepresidente procesado. ¿Hay algo que critiques?

Creo que tiene que ver más con el espíritu de militar una idea. En la militancia de la idea puedo reconocer una cantidad de cosas que las manejo en privado y hay un apoyo en lo ideológico. Hay algo que tiene que ver con el germen de la idea de armar un país realmente inclusivo. Un mercado interno verdaderamente fuerte que nos dé absoluta independencia del resto del mundo. No para que no vengan los capitales, pero que vengan con nuestras propias reglas y no como ha sido en algún momento con reglas siempre favorables para el capital.

-¿Podés entonces acompañar ideológicamente, y aunque no lo hagas público cuestionar algunas cosas?

Sí, más que cuestionarlas, entender que no sean tal vez favorables para seguir llevando la idea hacia delante. Con respecto al Vicepresidente, hay una cuestión jurídica que está avanzando, también deberíamos hablar de cuánto se atacó antes de tener una resolución judicial, cuánto se ha condenado abiertamente.

-¿Considerás que Lanata tuvo que ver con eso?

Creo que es una ideología. Lanata, el periodismo en general, se encolumnan detrás de una ideología política que es contraria a la hoy existente, que lleva ya casi 12 años de concreción. Así los desgastes también. Puedo entender que hay cosas difíciles de manejar para este ideal político a esta altura, pero el trayecto ha sido enormemente virtuoso.

-¿De los posibles precandidatos para el 2015 tenés algún preferido?

Yo decidí ir detrás de la propuesta de Frente para la Victoria, no quisiera expresar ahora cuál puede ser la simpatía interna, pero creo que los números están hablando de algo muy concreto, poniendo a Scioli en el centro de las miradas. Quisiera esperar un poco más, en estos últimos meses se van a definir un montón de cosas. Hay mucha gente deseosa de enterrar algo, que me parece que cuanto más se intenta enterrar más difícil es de ocultar. Creo que va a haber algo importante con el vencimiento de la clausula RUFO, a partir de enero se va a terminar arreglando con los fondos. Son meses donde algunas cosas se van a resolver y va a deponer una realidad diferente. Hay que ver qué pasa con la inflación, va a ser difícil de manejar. Hoy la inflación es algo que ya este Gobierno tal vez no pueda manejar, por el ideal que profesa. Pero creo que hay un montón de cosas que van a suceder.

-Un tema clave en la película son los celos. ¿Cómo los vivís vos?

A mis 44 años he transitado muchos aspectos de los celos. He nacido celoso profundo, obsesivo, pero me he lastimado mucho. Me fui dando cuenta de que, en la medida de dejarlos que vivan con total libertad, las consecuencias pueden ser graves y se la pasa mal. He trabajado mucho con los celos a través de la confianza Cambió mucho cuando conocí a mi esposa.

-Tu esposa es una bomba.

Sí, claro, pero hay algo que tiene que ver con la confianza y la relación que no le deja lugar a ciertas cosas.

-Si sale con un escote y un short lo bancas bien, te encanta.

Me encanta, es natural, No solamente no puedo evitarlo sino que me enamoré de ella sabiendo quien era. Así le pasa a ella conmigo.

-Ella cuando alguna sale a decir que sos su fantasía sexual sale a marcar la cancha.

Sí, aplica. En ese sentido me parece que cuida lo suyo y a mí me gusta.

-¿Te gusta que sea un poquito celosa?

Creo que todos estos sentimientos negativos en alguna medida tienen un sabor especial que puede llegar a favorecer una relación. Tienen que ser pizcas.

-¿Cómo se hace para estar catorce años juntos?

Tiene que ver con conservar el deseo. Hay que trabajar, buscar, tener mucha confianza y generar un vínculo interno, ser cómplices.

-Da la sensación de que se divierten.

Yo creo que ese es uno de los ingredientes necesarios, condición sine qua non para que algo pueda llegar a avanzar, que sea de forma orgánica y no un padecimiento.

-Son una pareja consagrada y lograron mantener una cosa de barrio muy interesante.

Venimos de lugares bastante parecidos a nivel socioeconómico, y me parece que eso se nota. Dos familias diferentes pero muy buenas, donde hubo amor, y uno tiende a no querer cambiar esa esencia. Ya con 44 años y 20 de carrera hace casi más que tengo este tipo de vida que la otra, pero cuando recuerdo y valoro tanto lo pasado hay algo que me hace bien y me gusta. Esta civilización es a veces hipócrita, se tienen que cuidar las formas pero por atrás se caga a la gente muy fácilmente. En el barrio era completamente diferente, cuando alguien te cagaba terminaba de otra forma.

-¿Te agarraste mucho a piñas?

Sí, algunas veces, hace muchos años. Trabajando de esto jamás. En el barrio sí me peleaba porque había momentos en los que no había otra.

-¿Cómo sos como papá?

Voy aprendiendo, creo que a veces tienen un papá hermoso y a veces tienen alguien un poco menos agradable. Tengo carácter, soy un tipo con carácter.

-¿Sos el que pone los límites?

Sí, a veces sí. A veces los pongo de buena manera y a veces me equivoco y creo que los estoy poniendo y en realidad es pura cáscara. Ya me conocen un poco.

-Hay dos estilos de papás los de antes que no se ocupaban y una línea más actual que se involucra muchísimo más. ¿Dónde te ubicás?

Reconozco las características de mi viejo como padre, eso me lleva al pasado y repito patrones que voy tratando de suavizar y cambiar. A la vez estuve de cara al crecimiento de los chicos y he disfrutado de eso, algo que en otro momento no se permitía.

-¿Quieren más hijos?

No, ya estamos. Si Dios nos ayuda como hasta ahora (Risas), pero seguro que no.

-Van a trabajar juntos el año que viene y ya lo hicieron antes, pero acá además sos el productor.

Es muy interesante eso. No es lo mismo.

-¿Con quien negocia la plata Nancy?

No, conmigo no, yo no toco dinero (Risas)

-Ella tendrá sus armas para convencerte de subir su cachet.

Ni lo dudes (Risas). Es más un acuerdo artístico, tiene que ver con algunos pormenores de la historia y del personaje de ella que estoy obligado a escuchar. Hace 20 años que trabaja y desde que empezó hasta hoy todos fueron éxitos contundentes.

-De la trama no se sabe nada, ¿qué nos podes contar?

Es un culebrón. La historia comienza con la toma de una fábrica con una líder a la cabeza que es ella. Yo soy un personaje que viene con un misterio a vengarse de su supuesto padre y a tratar de robarle esa fábrica. Por supuesto van a haber intereses encontrados pero una atracción física casi animal. Todavía no están los ganchos, pero comenzaríamos a grabar a mitad de enero para salir al aire a comienzos de la temporada.

-¿Cómo va a ser cuando termine el día y después de trabajar se vayan a casa con los chicos, a hacer los deberes…..van a ser unos meses complicados?

Vamos a ver, yo creo que va a ser álgido. No se pueden separar las cosas, va a ser fuerte y depender del equipo que podamos armar. Va a ser un desafío.

Fuente: Teleshow.com