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Su madre, hijos, dos de sus ex parejas y Zeta Bosio, entre los presentes. 

De la multitud de fans a la intimidad de sus allegados más cercanos. Así fue el último adiós a Gustavo Cerati en el cementerio de la Chacarita. El cortejo que partió de la Legislatura porteña, rodeado de miles de personas a lo largo de su recorrido, se redujo a los más íntimos del músico, en el cementerio. Sus hijos y sus hermanas no se movieron en toda la noche de la sala contigua donde se encontraba el féretro de Cerati. Su madre, Lilian, de 84 años, se retiró a descansar apenas unas horas antes de volver al lugar del velatorio para partir luego a su entierro.

Cerca de las tres de la tarde, a bordo de cuatro autos, la familia llegó al Panteón de la Merced donde ya descansan los restos de Cerati. Allí sólo estuvieron sus afectos más cercanos: su madre, Lilian Clark; sus hijos Benito y Lisa; sus hermanas Laura y Estela, sus cuatro sobrinos; su ex mujer y madre de sus hijos, Cecilia Amenábar y, Chloé Bello, la última pareja de Cerati, que estuvo acompañada por una amiga.

Además, acompañaron a Cerati en esta ceremonia del final varios músicos y amigos: Zeta Bosio (que fue con su mujer Estefanía Iracet, embarazada), Fernando Nalé, Richard Coleman, Fernando Samalea y Leandro Fresco. Mientras afuera la prensa, el público y los curiosos, se agolpaban para intentar acercarse lo más posible, adentro del espacio reducido del panteón familiar todo era silencio y dolor. Ahora, el cuerpo de Gustavo descansa junto al de su padre, Juan José.

Fuente: clarin.com