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Fue casi un niño prodigio en sus comienzos. Y ahora, a sus 21, juega un original rol en la tira “Noche & Día” (El Trece)

Rodrigo Noya, el nene de anteojos, muy simpático, que aparecía en Agrandadytos junto a su hermana Agustina, y le hacía frente a Dady Brieva con pura picardía de sus 6 años, ya tiene 21. Después de transitar un buen camino como niño actor (protagonizó la recordada miniserie de Damián Szifron Hermanos y detectives, y la película Valentín, de Alejandro Agresti, entre otras cosas), Rodrigo se afirma como actor, ya a secas. “Esto es lo que quiero. Espero que sea mi oficio para toda mi vida porque amo actuar”, se entusiasma. Luego de estar en la tira Los únicos, en 2011, Noya vuelve de la mano de Pol-ka como Nicolás en Noche & Día (lunes a jueves, a las 21.45, por El Trece), el policial romántico que protagonizan Facundo Arana y Romina Gaetani.

“Mi personaje es el noviecito de Mili (Candela Vetrano), y amigo de las hermanas de Vico Villa (Arana). El pibe esta medio ahí, pero también está con otras chicas, La quiere a Mili, pero tiene necesidad de estar con otras mujeres. Termina siendo una relación de hermanos, más que de novios”, cuenta Rodrigo sobre su personaje.

Sin haber pisado nunca una escuela de teatro, el joven actor indagó, en cambio, en el terreno culinario, aunque admite que no tiene un plato favorito. “Nunca estudié actuación, era como sumarle más cosas a ir al colegio, y no tenía tiempo. Es algo que me queda pendiente. Cuando terminé la secundaria, estudié un tiempo para ser chef, porque me gusta. Todavía me falta terminar”.

Sobre su camino, y la comparación con los que hicieron algunos de sus compañeros como Gastón Soffritti, Candela Vetrano y Victorio D´Alessandro (todos salidos de las filas de Cris Morena), Noya reflexiona: “La actuación es algo que espero seguir haciendo. Es hermoso, obviamente, trabajar con Damián (Szifron) o hacer cine. Te suma un montón. Los chicos de Cris (Morena) tienen sumada muchísima experiencia más que yo. Me gusta que vengamos de lados distintos, porque quizás usamos distintos recursos, y construimos distinto. Me gustaría siempre poder hacer de todo, cada cosa tiene su color”.

Puesto muchas veces en la piel de “chico nerd”, Rodrigo Noya encara un personaje diferente. “Nicolás es distinto a lo que vine haciendo siempre. Me costó un poco asentarme, pero por suerte el director y los compañeros de la tira me ayudaron a armarlo y sacarlo adelante. Está bueno salir del rol de nerd, para que te vean haciendo otras cosas. Los demás estaban acostumbrados a verme ahí. Igualmente, no me molestan ese tipo de personajes. Al encasillamiento lo veo como ubicarse en un lugar de comodidad, pero esa comodidad también limita. Me gustaría ir mechando tipos de personajes, para no repetirme tanto”.

Nicolás, el muchacho al que da vida ahora, podría llegar a parecer un nerd, pero es claramente un “picaflor”. “No sé si me sorprendió que me hayan llamado para este papel, pero creo que el juego es ese. Que no puedas creer que un pibe ganador tenga ese look. De cierta manera, es tratar de desestereotipar el modelo de personaje que se ve siempre, es genial. Desde la construcción, el personaje está para que no sea un galancito, para que parezca más real. Nicolás es pura actitud. Tiene desinhibición, no le importa nada, cosa que por ahí no está vista en la tele”.

Fuente: Clarín