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El gerente de CIR llamó a aplicar «mecanismos diplomáticos» para adaptarse a las normativas del organismo internacional.

El gerente de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), Miguel Ponce, solicitó «mecanismos diplomáticos» para lograr «lo antes posible» la adecuación a la recomendación que hizo al país la Organización Mundial del Comercio (OMC).

«Como lo que está en juego es un tercio de las exportaciones argentinas, entre u$s6.600 millones y u$s6.700 millones, habría que ser muy prudente, y nos parece que deberían buscarse mecanismos diplomáticos para lograr lo antes posible esa adecuación», dijo Ponce.

El gerente de CIRA se refirió de este modo a la apelación que la Argentina realizó por un informe de fines de agosto del grupo especial de la OMC, que avaló el reclamo de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea por las trabas a las importaciones.

El Grupo Especial recomendó el 22 de agosto al Órgano de Solución de Diferencias que le ordene a la Argentina que «termine con las medidas restrictivas del comercio». Entre otras cosas, se objetaron las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI), las demoras en liberar Licencias no Automáticas y la política de obligar a importadores a exportar por cifras equivalentes.

Ponce dijo que «no es una sorpresa» la apelación de la Argentina, y agregó que el país tenía dos vías tras el informe del grupo especial.

«Una era desconocer las argumentaciones esgrimidas por la OMC en la disputa por el sistema de comercio exterior administrado, del cual se habían quejado Japón, la Unión Europea y los Estados Unidos», afirmó, y agregó que la segunda implicaba «decir que se tomaba nota y que se iba a buscar un proceso de adecuación a una organización de la cual argentina forma parte».

«El fallo de la OMC, que no es un castigo, es un ejemplo, es la materialización de nuestra dificultad como país para integrarnos inteligentemente al mundo», opinó Ponce.

La Argentina concretó este viernes la apelación en el marco de la reunión del Órgano Solución de Diferencias que tuvo lugar en Ginebra, Suiza, encabezada por el director General de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo.

El gobierno argentino cumplió un paso que era esperable y que le concederá unos tres meses más antes de que el informe quede firme y derive en un pedido del organismo para que Buenos Aires compatibilice sus normas sobre importaciones con las reglamentaciones internacionales.

El tribunal permanente de apelaciones de la OMC tendrá 90 días para expedirse sobre el asunto. Si le da la razón a Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, la Argentina tendrá que desmontar el sistema de DJAI, que es la principal herramienta para restringir las compras del exterior.

El reclamo fue presentado por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón en 2011 y luego, aparecieron como terceros interesados Australia, Canadá, China, Ecuador, Guatemala, India, Israel, República de Corea, Noruega, Arabia Saudita, Suiza, Taipei, Tailandia, Turquía y México.

Si el país no cumple, entonces las naciones demandantes pedirán autorización a la OMC para restringir sus compras a la Argentina por el mismo monto por el que dicen que fueron perjudicadas. En 2011, la Unión Europea sostuvo que las restricciones argentinas a las importaciones le costaron u$s3.000 millones.

Fuente: Infobae.com