Disminuyó el volumen de basura recolectada por la baja en la actividad económica

La cantidad de residuos recogidos retrocedió 12% en la Ciudad y el Gran Buenos Aires en comparación con un año atrás, impulsado por una contracción del consumo.



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La cantidad de residuos recogidos retrocedió 12% en la Ciudad y el Gran Buenos Aires en comparación con un año atrás, impulsado por una contracción del consumo.




La Cepal anticipó que 2014 será un año de estancamiento en la Argentina, con un aumento en la actividad económica de tan solo 0,2 por ciento. Cifras privadas sin embargo pronostican que se tratará de un retroceso de entre 1,5% y 3 por ciento.

En este sentido, el economista Orlando Ferreres estimó que durante los primeros seis meses del año, la Argentina experimentó un retroceso de 0,9% en el PBI.

Estas cifras y proyecciones para la actividad económica se reflejan también en el volumen de basura generado y recolectado. De acuerdo con datos de la Coordinación Ecológica del Área del Estado Metropolitano (Ceamse), en junio de este año 110.841 toneladas de desechos para ser enterradas, mientras que hace un año atrás el número alcanzaba las 114.620 toneladas, una caída de 12% interanual, según señala hoy el diario Perfil.

Desde la concesionaria Cliba estimaron que en su área de recolección en la Ciudad, la cantidad de basura recogida descendería alrededor del 4% interanual. En este sentido, el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano señaló esta semana: «Se recoge menos basura, lo que quiere decir que hay menos consumo».

Por otra parte, la caída en la generación de desechos en la Ciudad y el Conurbano, impulsado por un menor nivel de consumo, a la vez descomprimió ligeramente los rellenos sanitarios, saturados de residuos. «Ha caído lo que se envía a la Ceamse, más allá del impacto del programa de separación en origen», confirmó Edgardo Cenzón, el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño.

Asimismo, los cartoneros también dieron cuenta de un retroceso en la recolección, que cayó especialmente en zonas comerciales y aledañas a los shoppings –alrededor del 20%–, según informó Pepe Córdoba, encargado de la separación del vidrio, plástico y celulosa en la cooperativa Nuevos Rumbos, quien destacó que la baja en los volúmenes se nota más en la Provincia que en la Ciudad.

Córdoba además agregó que se observa una caída también en la calidad de los desechos y no solo en su cantidad. «En los asentamientos se cambió la botella de gaseosa por el sobre de jugo» para disolver, ejemplificó. A su vez, opinó que en la actualidad se reutilizan más materiales no solo a nivel industrial sino también doméstico.

En tanto, el gobierno porteño destacó que los sectores de mayor poder adquisitivo también han optado por recortar productos más exclusivos, que, por lo general, tienen más envoltorios, lo que también contribuye a la disminución en el volumen de basura.

En casa y en el trabajo

La contracción en la cantidad de residuos recolectados se evidenció también más allá del ámbito puramente doméstico y se vio en el sector industrial, en el que la producción se contrajo 2,4% interanual en la primera mitad del año de acuerdo con el centro de estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA). La entidad además anticipó para este año una baja de la actividad manufacturera de 3% respecto de 2013.

A la cifra de la UIA para la primera mitad del año acompaña un descenso en la recolección de residuos industriales, que retrocedió 30% durante los últimos tres meses, de acuerdo con un empresario del sector, quien remarcó que se trata de la mayor caída de los últimos cinco años en el área metropolitana.

El industrial, que tiene una flota de 20 camiones de los cuales entre seis y ocho están ahora parados, apuntó que en algunos sectores como el automotriz o de metales «la merma va creciendo y el transporte de residuos es totalmente sensible, ya que hay menos desperdicios para recolectar».

El Banco Central desecha alrededor de $20 millones diarios

La entidad comandada por Juan Carlos Fábrega también genera su ración considerable de desechos, ya que descarta alrededor de $20 millones por día en billetes viejos e inutilizables, en su mayoría de $100. Los papeles de más alta denominación conforman alrededor del 60% del circulante.

La vida útil de los billetes es de alrededor de seis meses, según su denominación. Cuando ya no cumplen con los estándares del Banco Central para permanecer en circulación, son retirados por la entidad, triturados y descartados.

Tradicionalmente, los papeles de menor denominación, como de $2 o $5, tenían mayor rotación, pero ahora los billetes de $100 también salen de circulación con mayor rapidez.

Fuente: Infobae.com

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