¿Cuánto perderán los comerciantes minoristas por el paro de mañana?

El paro general del martes 31 de marzo paralizará buena parte de la actividad económica. Sólo en el comercio minorista, se espera que se pierdan ventas por $2.119 millones en el día.



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El paro general del martes 31 de marzo paralizará buena parte de la actividad económica. Sólo en el comercio minorista, se espera que se pierdan ventas por $2.119 millones en el día.




La estimación inicial se realiza en base a la siguiente información brindada por los comercios:

– Al menos 5 de cada 10 comercios directamente no abrirán sus puertas mañana. Por ese efecto, las ventas se reducirían, en promedio, en $1.324 millones.

– El cierre en algunos casos se realizará por temor a los daños que puedan provocar eventuales disturbios y, en otros, porque los comercios no contarán con personal para atender al cliente.

– En los grandes comercios, donde el personal está más sindicalizado, el cierre será casi completo. Lo mismo sucederá en las grandes ciudades: al ser más dependientes del transporte público, el cierre se sentirá con mayor fuerza.

– En los comercios que sí abrirán sus puertas, se estima que las ventas caerían al menos 60%, básicamente porque los clientes que comprarán serán mayormente los de cercanía. Por ese efecto, se perderían ventas por $795 millones.

– Sumando la caída por los cierres de comercios y la caída por menores ventas de aquellos comercios que posiblemente sí abrirán mañana, la pérdida final de ventas ascendería a $2.119 millones.

– En rubros como gastronomía, que se mueven en función de los almuerzos y reuniones laborales, se estima que la parálisis será casi completa.

En tanto, el titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich destacó este lunes que «más de un millón de comercios minoristas pymes abrirán sus puertas normalmente» ante el paro de mañana convocado por las centrales sindicales opositoras.

«Cuando se anuncian medidas para impulsar aún más el consumo lo que generara más puestos de trabajo, resulta contradictorio que un sector que debería celebrar el ingreso de más argentinos al mercado laboral, pretenda, parando los medios de transporte, paralizar la actividad económica», criticó a través de un comunicado.

Agregó que «existen sectores económicos altamente concentrados interesados en que este paro prospere y montarse para pedir la eliminación del impuesto a las ganancias, para beneficio de sus intereses».

«Contrariamente, el sistema tributario argentino es regresivo, paga más el que menos tiene y por ello sería beneficioso rebajar progresivamente los impuestos indirectos como el IVA y aumentar los directos como ganancias y al patrimonio», señaló finalmente Manusovich.

Desde la consultora Analytica, estimaron que el cese de actividades provocará pérdidas a la economía de al menos $ 3.000 millones.

El monto surge a partir del cálculo de la participación de cada actividad en el PBI argentino, desde donde se puede desagregar las pérdidas que afrontará cada sector debido al paro, sobre todo si se considera que se espera una huelga de importante alcance, teniendo en cuenta la adhesión masiva de los gremios del transporte, lo que repercutirá además en la producción y la provisión de servicios.

Según los datos de Analytica, la economía argentina produce bienes y servicios por un total de $ 17.000 millones diarios, de los cuales la intermediación financiera (bancos) y el transporte suman $ 1.500 millones y la industria y el comercio producen $ 5.000 millones.

De esta forma, considerando los gremios con más peso que adhieren al paro, es que la consultora estima un impacto negativo de unos $3.000 millones.

Al respecto, Martín Polo, economista jefe de Analytica, explicó que el costo del paro es «aproximado» porque no sabe con certeza el alcance de la medida de fuerza a nivel nacional y dentro de cada sector. En ese sentido, señaló a Ámbito que «el costo del paro tiene que ver más con cómo siguen las negociaciones salariales y si se genera una conflictividad sindical que hace que se demoren aún más las inversiones y el cierre de las paritarias».

Esta situación, hace que el paro convocado sea hoy sea materia de preocupación para las empresas tanto de los sectores productivos como de servicios. Al respecto, José Urtubey, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) sostuvo que «habrá que ver la adhesión al paro para ver el impacto, algo que evaluaremos, pero sin dudas que es negativo».

El cese de actividades, sobre todo teniendo en cuenta el paro del sindicato de Camioneros, afectará a las ya alicaídas economías regionales, que en el presente enfrentan un escenario de reducción de actividad y de exportaciones. En ese sentido, Urtubey alertó que «el impacto negativo se siente mucho en las economías regionales porque el paro del transporte paraliza la provisión de insumos para la producción y es un día que se pierde».

En la misma línea, Andrés Irigoyen, presidente de la Unión Industrial del Chaco (UICH) sostuvo que «el paro de transporte no sólo afecta la provisión de insumos sino que también dificulta la provisión de los productos terminados en la cadena comercial, en un momento en el que hay que cuidar el mercado interno».

En febrero la industria volvió a caer un 2,2% en comparación con el mismo mes del año pasado, según el Estimador Mensual Industrial (EMI), y en enero la economía se estancó, tal como lo demostró el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), ambos indicadores elaborados por el INDEC.

Entre los empresarios hay coincidencia en que los sindicatos tienen derecho a realizar el paro, aunque también consideran que no es el momento para hacerlo debido a la situación que atraviesa la economía. «Estamos de acuerdo con el reclamo en sí, pero la forma está mal, la presión a los sindicatos para que los trabajadores adhieran al paro es salvaje; la forma invalida el reclamo», afirmó Irigoyen. «Más allá de que existe el derecho de los trabajadores a realizar una medida de fuerza, el paro es inoportuno y poco favorable para la economía», dijo Urtubey.

Por otra parte, la falta de oportunidad para el paro queda de manifiesto en que esta semana finalmente tendrá sólo dos días hábiles ya que el jueves y el viernes son feriados de Pascuas y del 2 de Abril. «A diferencia de un feriado, el paro no tiene beneficios per se porque es intempestivo y no permite programar la producción», explicó Urtubey. Al respecto, Polo indicó que «a diferencia de otros paros, éste no cae pegado a un fin de semana largo, por lo que el impacto negativo que genera en la producción no puede ser compensado por el beneficio del feriado en otros sectores como comercio o turismo».

Fuente: Minuto Uno

Publicado en: Economía   Etiquetas: , ,