La UOM medió y, por ahora, logró evitar nuevos despidos en la industria autopartista

Tras una reunión con el gobierno nacional y representantes de la empresa Visteon, el sindicato aseguró que la compañía se comprometió a frenar los 240 despidos por al menos tres meses. Los empleados aún ocupan la planta. La crisis del sector comenzó con el "impuestazo" a la venta de vehículos



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Tras una reunión con el gobierno nacional y representantes de la empresa Visteon, el sindicato aseguró que la compañía se comprometió a frenar los 240 despidos por al menos tres meses. Los empleados aún ocupan la planta. La crisis del sector comenzó con el «impuestazo» a la venta de vehículos




La autopartista Visteon se comprometió a frenar los 240 despidos en su planta de Quilmes por al menos tres meses. El principio de acuerdo fue alcanzado este jueves por representantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en una reunión que mantuvieron con dirigentes de la empresa y la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi.

Al encuentro fue el intendente Francisco «Barba» Gutiérrez en persona, en su calidad de secretario general de la UOM de Quilmes. Allí, el gobierno nacional se comprometió a colaborar para paliar la caída en las ventas de la fábrica. «La intervención de la Ministra marca que la empresa va a tener la posibilidad de llevar sus problemas a quien puede solucionarlos», explicó Ernesto Salvatierra, uno de los delegados del sindicato en el partido, en diálogo con Fm RK 91.5 de Quilmes.

Sin embargo, pasadas las 8 de la mañana, los trabajadores aún no habían recibido ninguna notificación y seguían ocupando la planta. «Estamos en la planta con todos los trabajadores, entramos porque no recibimos los telegramas de despido, por lo que nos tenemos que presentar en el trabajo», señaló Juan Quintanilla desde la planta, en una entrevista con la periodista Nancy Pazos en radio Rivadavia.

Esta semana, Visteon Corporation tomó la decisión de cerrar su planta de Quilmes, en la zona sur del conurbano bonaerense, porque «“no es financieramente viable» para continuar operando”. A través de un comunicado, la empresa sostuvo que se resolvió cerrar esa unidad de operaciones después de una «detallada revisión de la planta, que ha experimentado bajas de la producción y que por varios años no ha sido financieramente sólida”».

Además, “la empresa, dice el texto, «opera en un mercado muy competitivo a nivel mundial y, no puede sostener instalaciones como la de Quilmes que está operando a menos de su capacidad total, sin ninguna posibilidad de ganar nuevos negocios importantes”». Allí se fabrican productos de control de climatizadores para varias automotrices, incluyendo radiadores, condensadores de aire acondicionado, radiadores para el enfriamiento de fluidos y mangueras de aire acondicionado.

La compañía de capitales norteamericana señaló que el eventual cierre de la planta de Quilmes “no afectará a las demás operaciones” que tiene en la Argentina y en la región, así como tampoco el suministro a los fabricantes de vehículos.

Fuentes del sector aseguraron que el sector está profundizando su crisis “como consecuencia de un conjunto de razones, entre ellas, la más importante, a causa del derrumbe en la producción de las automotrices radicadas en la Argentina, las que redujeron los pedidos a las autopartistas”, consigna el diario El Cronista.

Según los datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), el acumulado de los primeros cinco meses mostró una baja de 22,2% respecto de igual período de 2013 debido a una retracción de la demanda exportadora y de las ventas en el mercado local.

A fines del año pasado, el oficialismo consiguió aprobar un fuerte impuesto a los automóviles de alta gama. Sin embargo, debido a que la tasa no es actualizada con la inflación. En estos días ya alcanza a la mayoría de los vehículos, lo que contribuyó al desplome de las ventas.

Otra de las causas que impactaron de forma negativa en los negocios de las autopartistas, según señalaron desde ese sector, fue la cantidad de conflictos que se dieron en el interior de varios proveedores estratégicos, situaciones que llevaron a la suspensión temporal de las actividades en las instalaciones de varias terminales.

Asimismo, en medio de esta caída de ventas, añadieron, también se incrementaron los costos de mano de obra por las paritarias, donde la UOM cerró para este año una mejora salarial del 29,6%. Pero lo que más preocupa a las empresas autopartistas, remarcaron al matutino, es la forma de pago de las automotrices: “»Las fábricas no reconocen la nueva lista de precios y están pagando con la lista de hace cuatro meses, y tampoco reconocen el dólar importador, lo que nos está afectando financieramente porque nosotros tenemos que seguir entregando lo que producimos», describieron.

Las otras autopartistas que sufren problemas similares a la norteamericana son Gestamp, en Escobar, y Lear, cuyos empleados continúan ocupando la planta de Tigre en reclamo por 100 despidos y 120 suspensiones.

Fuente: Infobae.com

Publicado en: Economía   Etiquetas: ,


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