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El flamante entrenador tendrá un difícil debut ante el líder Vélez que sumó puntaje ideal.

No será un episodio más en esa Bombonera que late, que cuenta su historia inmensa, que cobijó cracks que ya no están. Hoy, desde las 18.15 (Canal 7), un hito sucederá: el primer partido después del Virrey comenzará a disputarse. Carlos Bianchi -el entrenador más exitoso de la historia del club- ya no estará en su banco. Y ahora, Rodolfo Arruabarrena -emblema insoslayable de los días exitosos- se hará cargo de un equipo a la deriva. Será el técnico de la sucesión aparentemente imposible. A su modo y manera -aprendidos en tiempos de Bianchi, también- buscará transformar un escenario hostil: la gente no está conforme; está harta de tantos vaivenes y de los resultados escasos.

La Bombonera, territorio de magias y de manifestaciones colectivas, ofrecerá su veredicto en el encuentro ante Vélez: todos entienden que Bianchi merece reconocimiento; y muchos cantarán en su nombre. Hay un detalle que no pasará inadvertido dentro del mismo contexto: Daniel Angelici será el destinatario de todas las quejas y de todos los fastidios. Como en la última Asamblea de Representantes habrá dos cantitos que lo tendrán en el centro de la escena. El primero: “Que se vayan todos/que no quede/ni uno solo” . El segundo: “El que no salta/es de Huracán” . En el imaginario colectivo Angelici no sólo fue socio de Huracán sino que también es hincha del club de Parque de los Patricios. Pero lo más grave no es eso, curiosamente. Hay decisiones que lo expusieron ante el clamor popular. Fue el actual presidente quien confrontó con Juan Román Riquelme para recortarle el contrato. También quien quitó al diez del mundillo zeneize . Y es en este momento de la historia el mismo que interrumpió el contrato de Bianchi. Demasiados riesgos: a los dos superhéroes más fuertes y más recientes les ofreció sin vueltas la puerta de salida.

Un costo demasiado grande.

Arruabarrena escuchará aplausos, en nombre del reconocimiento que merece. Pero no será una ovación. Respeto, primero. Observación, a partir de ahora. Por lo pronto, ante ese escenario, se la juega: cambiará nombres (hará cuatro modificaciones con los ingresos de Nicolás Colazo, César Meli, Fernando Gago y Luciano Acosta) y sistema (ofrecerá, en principio, un 4-3-3).

Los jugadores serán secundarios destinatarios de las broncas. Los pasacalles de las últimas horas, en las cercanías a la Bombonera retratan la cuestión: “Jugadores uds. pongan huevos. Nosotros alentamos” . No hay margen de error para este Boca que ya se quedó afuera de la Copa Argentina (frente a Huracán) y que apenas sumó 3 puntos de 12 en el torneo local.

Para colmo, enfrente tendrá al mejor equipo en el inicio de esta competición. Vélez suma puntaje ideal: jugó cuatro, ganó cuatro y apenas le marcaron un tanto. Además, el técnico, José Flores, volverá a contar con su equipo de gala con la vuelta de Jorge Correa.

Arruabarrena lo sabe o lo está aprendiendo en estas primeras horas incómodas: la Bombonera que tanto conoce le mostrará hoy un nuevo escenario. Complicado.

Fuente: Clarín