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Romagnoli tiene cita con la gloria justo en el partido que se despide del Ciclón: si obtiene la Copa, será el jugador más ganador en la historia del club

Cuando Leandro Romagnoli volvió a San Lorenzo allá por 2009, traía en su valija algunos sueños apiñados y muchas dudas. Una rodilla maltrecha, los años que empezaban a pesar, un lustro lejos y la obligación de estar a la altura del cariño de la gente eran un reto difícil de alcanzar. Y lo sufrió: la primera temporada penó por un físico al que le costaba responder a la exigencia, propia y ajena, con un equipo que coqueteaba con el descenso. Hoy, cinco años después, al Pipi le duelen los huesos, pero de felicidad. Está a punto de jugar la Final de la Historia que podría convertirlo en el jugador más ganador en la vida de San Lorenzo, más metido que nunca en la piel de los hinchas y con el aura de indispensable en un equipo que, como él, se levantó de las cenizas. Las paradojas, tan comunes en la vida y en el fútbol, no pueden faltar: inexorablemente, será éste el último partido de Romagnoli en el Ciclón, todo por un contrato que firmó con el Bahía de Brasil, quizá en un momento de debilidad emocional del cual, seguramente, estará arrepentido.

“Estoy un poquito más viejo, un poquito más llorón, más sensible; antes era más fuerte… Pasaba algo y no se me caía una lágrima, y ahora cualquier cosa me afloja”, dice Pipi con la sensibilidad fácil, conciente de que el momento le afecta el corazón y el alma. Mucha agua pasó de aquel debut contra Racing, el 13 de diciembre de 1998, cuando no podía ni votar ni manejar, porque Oscar Ruggeri lo tiró a la cancha con 17 años, pero a él no le pesó, como nunca le pesó ponerse esa camiseta con la que fue feliz. Romagnoli se va con más de 350 partidos en el lomo con el Ciclón, cuatro campeonatos que pueden ser cinco y la certeza de que algún día volverá, porque el Pipi siempre será parte del club. “La Libertadores es lo que el pueblo azulgrana soñaba desde siempre, es todo, como haber ganado el Mundial. Yo nací acá y por eso sé lo que sienten los hinchas. Esto es lo mejor que me podía pasar en la carrera. Me quedaré con ese gusto de haberle dado a la gente de San Lorenzo algo que hacía tanto tiempo venía buscando”, dijo una tarde en la que jugueteaba con los sueños de Libertadores. Y hoy tendrá la chance de hacerlos realidad…

Fuente: ole.com.ar