Barras y fútbol: un año con violencia y puertas cerradas

Completado el primer trimestre, los casos de violencia aumentan a pesar de la ausencia de hinchadas visitantes. Un repaso por los hechos y los castigos



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Completado el primer trimestre, los casos de violencia aumentan a pesar de la ausencia de hinchadas visitantes. Un repaso por los hechos y los castigos




El primer hecho de violencia grave en el fútbol de la Primera División en la Argentina durante el 2015 ocurrió el sábado 21 de febrero cuando en la victoria como local de Rosario Central frente a Tigre, el director técnico de la visita Gustavo Alfaro, quien en el pasado había dirigido al conjunto rosarino fue alcanzado y herido por un proyectil arrojado desde la platea.

Sin embargo el árbitro del encuentro Diego Ceballos decidió dejar la decisión de si suspender o no el partido en manos del agredido quien contestó que un «pelotudo» no iba a arruinar el partido. Como consecuencia de la agresión, la AFA sancionó a Rosario Central con una fecha sin público en su estadio.

El segundo caso también fue una agresión de la hinchada local a un integrante del cuerpo técnico visitante. El 15 de marzo, en la victoria de Lanús por 5 a 1 en su visita a Godoy Cruz, el masajista granate Juan Franco recibió el impacto de un rollo de papel lanzado desde la tribuna y sufrió un desprendimiento de córnea por lo que tuvo ser operado.

Sin embargo lo más insólito y preocupante de la situación fue que en el estadio no había ninguna ambulancia para transportar al herido y se debió utilizar el auto particular del presidente de Lanús. A pesar de la irresponsabilidad, el Tomba fue castigado con un solo partido sin hinchas.

En esa misma fecha, también se produjeron incidentes en los estadios de Quilmes y Tigre, cuando se cruzaron distintas facciones de las hinchadas locales. A diferencia de ayer, que la pelea entre los barras de Arsenal se produjo fuera del estadio, en aquellas ocasiones sucedió en las tribunas y a la vista de todos. Tanto el Cervecero como el Matador recibieron la ya clásica pena de un partido sin público.

Una semana más tarde volvieron los proyectiles: los sufrieron el arquero de Boca Agustín Orion en el estadio de San Martín de San Juan y el árbitro Germán Delfino en Atlético Rafaela- Rosario Central. Además San Lorenzo también fue castigado por la agresión a un juez de línea durante la Recopa frente a River y recibió el mismo castigo de una fecha sin público.

Y Arsenal recibirá lo propio tras el tiroteo sucedido en las inmediaciones del estadio cuando el equipo caía con Aldosivi. Al menos la justicia impuesta por la AFA, a diferencia de otras épocas, es igual para todos.

Fuente: El Gráfico



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