El comienzo perfecto de Boca con una racha que no registraba desde 1987

El equipo de Arruabarrena lleva seis éxitos oficiales en cadena, una marca que no lograba desde hace 18 años



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El equipo de Arruabarrena lleva seis éxitos oficiales en cadena, una marca que no lograba desde hace 18 años




Le dolía el orgullo. Boca sentía que su identidad estaba vacía. Hace casi tres años que andaba caminando por ahí sin saber muy bien qué pretendía. Se sintió desilusionado por sentir que su prócer no había podido volver a conquistar el cetro. Se entregó sin más remedio a las soluciones más cercanas, porque no podía seguir lastimando su historia. Le costó mucho recomponerse de tanto golpe. Es que no era sencillo poder maquillar derrotas con goleadas, rachas negativas sin ganar, clásicos sin poder festejar… Y por eso cambió. La paciencia fue una moneda de valor y ahora disfruta de una manera diferente. Siente que le vuelve a hervir la sangre y tiene un sabor de boca dulce.

Es verdad, gastó un dineral para poder recomponer su plantel, pero cada centavo parece estar bien pago cuando se advierte que en este arranque de 2015 acumula 8 juegos consecutivos con éxitos: los dos clásicos de verano con River (1-0 y 5-0), el juego ante Vélez (1-0) por la clasificación para la Libertadores, los dos encuentros de Copa ante Palestino (2-0) y Wanderers (2-1)y los tres juegos del torneo local ante Olimpo (3-1), Temperley (2-0) y el de ayer frente a Atlético de Rafaela (1-0). Además, las estadísticas muestran que desde el Apertura 2008 Boca no lograba ganar sus tres primeros juegos en el campeonato (Gimnasia de Jujuy, Newell’s y Lanús) y casualmente en ese certamen los xeneizes, con Carlos Ischia como DT, se quedaron con la corona doméstica.

Los números le regalan a Boca un guiño positivo. Es que, además, el conjunto de la Ribera no comenzaba un año con seis victorias en fila en partidos oficiales desde 1987. En aquel año y de la mano de César Luis Menotti, logró triunfos ante Vélez (2-0), Platense (2-0), Racing (1-0), Talleres de Córdoba ( 3-1), Central (4-1), Gimnasia de La Plata (1-0) y Estudiantes (3-0).

Parecen fríos. Hasta puede oler añejo tanto número. Sin embargo, este equipo tenía el lomo muy azotado y por eso es importante este presente. Derrotas por 6-1 ante San Martín de San Juan, caídas por Copa Sudamericana ante River o los 11 partidos sin ganar que significó la peor racha negativa de la historia del club, dejaron marcas profundas. Por eso es que hoy, con la gestión de Arruabarrena, el valor de semejante arranque cotiza de una manera especial.

Y en cada palabra de los jugadores se puede advertir un mensaje cargado de optimismo. Con una alta dosis de realismo y con una energía saludable para las aspiraciones de un equipo que necesita imperiosamente ganar algunas de las competencias que tiene en 2015: la Copa Libertadores y el torneo local, en ese orden de prioridades.

Por eso, cuando Fernando Gago enfrenta los micrófonos, se escucha que tiene reflexiones como estas: «Las sensaciones son buenas. Tenemos que seguir ganando. Si creemos que el equipo está fino o aceitado estamos equivocados. Lo importante es seguir de estar forma y ganar. Eso es lo que ayuda. Lo que importa al final del torneo son los puntos. Eso es lo que te lleva a estar arriba. Este grupo tiene un gran compromiso. El objetivo está claro. Hay que acostumbrarse a ganar, porque es lo que buscamos. Hay partidos que vamos a jugar bien y en otros en los que quizá no tanto, pero lo importante es seguir sumando. La idea de juego es clara y eso es lo que nos ocupa».

Y Boca dentro del campo respalda con efectividad, quizá no tanto con brillo en el juego, el buen momento. Dejó de ser frágil en su última línea y comenzó a poner en la red las ocasiones que genera frente al arco rival. Y eso lo expresa en los seis juegos oficiales que ganó, porque allí apenas recibió dos goles en contra (uno ante Olimpo y otro frente a Wanderers) y marcó 11 tantos, con un abanico de opciones: Osvaldo, Calleri, Komar, Chávez, Palacios, Colazo, Gago, Martínez…

«Esperamos seguir por el mismo camino. Venimos de una linda seguidilla y estamos contentos por sumar tres puntos más. Hoy no hicimos el mejor partido, teníamos que hacer más goles y casi nos empatan. Siempre es importante convertir, por eso vale mucho el gol. Es una linda confianza que uno suma cuando puede convertir.» Las palabras pertenecen a uno de los delanteros de Boca con más proyección: Jonathan Calleri, que desde que llegó desde All Boys, en junio de 2014, ya acumula 12 goles en 31 partidos con la camiseta de Boca.

No es un detalle menor este comienzo de 2015. La confianza se multiplica y alimenta la construcción de una idea. Boca siente que este comienzo de año está en sintonía con sus aspiraciones, esas que lo obligan a coronarse porque su historia así lo exige y porque la inversión en el armado de este plantel así lo requiere.

Fuente: Cancha Llena

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