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Las fuerzas de seguridad no dejaron entrar a los líderes de la 12 al estadio y el debut victorioso de Boca en el torneo se vio opacado por el accionar de los violentos

El primer partido de la temporada de Boca trajo alegría en sus hinchas por la victoria. Sin embargo, la tarde trajo consigo episodios de violencia por el regreso de la barra brava comandada por Rafael Di Zeo y Mauro Martín.

Desde el viernes último, el club venía emitiendo un comunicado en el que, si bien no se daban nombres, adelantaba que se iba a aplicar el derecho de admisión, aunque reconocían «querer evitarlo».

«Por disposición del Comité de Seguridad de la Nación, para el partido de este domingo entre Boca y Olimpo, que será el debut en el torneo 2015, los socios que ingresen por la puerta 14 deberán presentar el carnet de socio acompañado de un documento personal para acreditar identidad. Como las gestiones de Boca para evitar dicha disposicion fueron infructuosas, finalmente el Comité dispuso que todos aquellos que ingresen por la puerta14 deberán cotejar identidad con documento en mano», decía el comunicado del club en referencia al ingreso por el que habitualmente entra la barra brava.

Ante esta situación, ambos líderes violentos no pudieron ingresar al estadio porque las fuerzas de seguridad les aplicaron el derecho de admisión. Aún así, se hicieron sentir -de la peor manera- en las tribunas.

Primero amenazando a hinchas comúnes para dar vuelta las banderas en señal de protesta. Luego al dejar un hueco en medio de una tribuna colmada para hacer notar su ausencia.

Además mostraron una bandera en tomo «amenazante» hacia el juez de instrucción Manuel De Campos, quien lleva adelante la causa por asociación ilícita contra La Doce, en la que está involucrado Mauro Martín. Al mismo tiempo, ese minúsculo grupo cantaba «Por qué será la c…. de su madre, por qué será me quiero preguntar, por qué será la c…. de su madre, si son las leyes para Boca y nada más». En ese momento, todo el estadio -encabezados por los hinchas ubicados en las tribunas sur- los acalló con un atronador «Dale Bo…».

Por último, como si esto no fuese suficiente, tras el partido se vivieron momentos de tensión cuando parte de la barra brava que no había podido ingresar al estadio fueron a buscar a los hinchas que se ubicaron en las tribunas del sector sur y no cantaron «por La Doce» durante el partido.

Sobre la calle Brandsen se vieron escenas de muchas violencia cuando un grupo de la barra brava increpó con cascotazos y a los puños limpios contra la gente «común» que solo había cometido el «pecado» de alentar por Boca y no por la barra.

Sin dudas se vienen días difíciles en Boca. Si bien son las fuerzas de seguridad quienes aplican el derecho de admisión, es la dirigencia del club quien eleva el nombre de aquellos «hinchas» identificados. Y está visto que, ante el comunicado elevado en la semana pasada, la intención dirigencial es eximir a los violentos de esta lista.

Ante este panorama, la próxima movida será el viaje a Chile por la Copa Libertadores. Para viajar al exterior, los violentos no tienen ninguna prohibición y podrán estar tranquilamente en el debut frente a Palestino el miércoles que viene.

En Boca, la agenda marca que frente a Montevideo Wanderers, el jueves 26 de febrero, será la próxima cita con los violentos. ¿Qué pasará? ¿Las fuerzas de seguridad y los dirigentes cederán ante las amenazas de la barra brava o primará el sentido común de una vez por todas?

Fuente: Minuto Uno