La sinceridad de Marcelo Barovero por la gran atajada ante Caruzzo: «No sé cómo la tapé»

El arquero de River, figura en la conquista de la Recopa, contó cómo el grupo dejó atrás la adversidad.



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El arquero de River, figura en la conquista de la Recopa, contó cómo el grupo dejó atrás la adversidad.




El anillo interno del Monumental luce gigantografías de Fernando Cavenaghi, Teófilo Gutiérrez, Marcelo Barovero y cada uno de los integrantes del River que comanda Marcelo Gallardo, que ya suma dos consagraciones internacionales en los últimos meses. Respetuoso y cordial, aparece en escena el gran protagonista de la final de la Recopa Sudamericana obtenida anteanoche en el Nuevo Gasómetro. Marcelo Barovero tuvo otro punto de alto nivel en un partido crucial para los millonarios y concentró los mejores elogios por sus espectaculares atajadas para alcanzar el sueño de la consagración.

Minutos antes del comienzo de la práctica, «Trapito» ingresó en el vestuario y todos sus compañeros lo recibieron con un aplauso cerrado, que luego se transformó en un conjunto de palmadas fuertes en su espalda. Es que hasta lo admitieron sus rivales, como por ejemplo el «Pichi» Mercier: «La diferencia entre San Lorenzo y River fue Barovero». El guardavalla millonario tapó cuatro pelotas fantásticas en la segunda final del Nuevo Gasómetro, entre ellas una tapada con el estómago ante Villalva, y la más clara, ante el remate de Caruzzo. «Son atajadas que jamás olvidaré. Especialmente la de Caruzzo. Ni sé cómo la saqué. Es una acción sin mucha explicación para dar. Casi que me la saqué de encima. La otra [por la de Villalva] me dejó una marca en el abdomen. También llegué con lo justo y me provocó un dolor muy fuerte. Pero el dolor queda en un segundo plano porque al final sirvió para alcanzar el título, algo bien merecido para este grupo humano y para el cuerpo técnico», describió Barovero el día después de la consagración.

-¿El 0-5 con Boca quedó atrás? ¿Es una anécdota para ustedes?

-El duelo de ese partido fue la derrota y nada más. Había que levantarse rápidamente. De la manera en que lo vivimos nosotros, todo no dura más de un día, tanto las cosas buenas como las malas. Lo importante es que supimos levantarnos, dejamos atrás el golpe e hicimos la autocrítica suficiente. Pero también tenemos que permitirnos el error y no vender un ideal que no lo tenemos. Éste es un grupo que no se paraliza por nada y siempre trabaja para mejorar. Supimos levantarnos y superarnos para ser campeones. Y lo más importante es que conseguimos el primer objetivo que teníamos este año.

-¿Como grupo necesitaban la revancha rápida y el respaldo del DT?

-Marcelo siempre trabajó igual. La exigencia siempre está. Teníamos que entrar en la cancha y olvidar la derrota con Boca, como cualquier partido que nos tocó perder el año pasado, aunque sabiendo también que fue el partido que nadie quiere perder. Pero no nos podíamos quedar ahí. Fue una prueba fuerte tener que jugar rápido esta final. La hemos superado y todos hemos crecido o hemos dado un paso importante en experiencia.

-D’Onofrio dijo que la tapada ante Caruzzo fue al estilo Pato Fillol, ¿qué opinión te merece?

-Es muy grande el elogio, pero sentí que fue importante y eso es lo que más contento me deja, que sirvió y todos aportamos algo, que es lo más lindo. Fueron 180 minutos muy parejos; era una serie difícil de jugar, entre equipos argentinos, entre los campeones. Estuvimos a la altura y la copa quedó acá.

-El presidente del club también te postuló para la selección…

-Uno siempre está ilusionado con tener esa chance, más allá de que los tiempos han cambiado y ya no es lo mismo que antes llegar a la selección desde el fútbol local. Cada vez está más lejana. Así que hay que estar tranquilo, tener equilibrio y saber que recién arranca la temporada. Hay que seguir peleando cosas con este equipo, que es lo más importante.

-Tienen muchas competencias este año, ¿cuál es el objetivo principal?

-En general, el objetivo es seguir a la altura en cada competencia que juguemos. Y, principalmente, mantener el estilo, más allá de que se logren cosas o no. El caso más claro fue entre San Lorenzo y nosotros. Los dos estuvimos a la altura, respetamos los estilos y tuvimos la suerte de que nos tocó ganar a nosotros. Lo más importante es seguir por este camino y estilo que hemos marcado. Obviamente hay que tratar de lograr cosas, pero si no se puede, nunca tenemos que desviarnos del camino.

Fuente: Cancha Llena

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