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El Presidente de San Lorenzo  disfruta el cierre de un 2014 top para el Ciclón.

Imaginabas este presente al asumir en 2012?

-Uno siempre sueña, pero ni el más optimista pensaba que en dos años podíamos ser campeones, ganar la Copa y jugar la final del Mundo ante el Madrid.

-¿Cómo fue posible?

-Siempre estuvimos seguros de poder revertir la situación porque en el primer mes de mandato hicimos casi 4.000 socios, eso nos dio la pauta de que haciendo las cosas bien podíamos salir adelante. Es cierto que hubo momentos bravos y los sufrí mucho. Pero ser presidente del club que amo es mi mayor orgullo. Hubo que hacer una estrategia económica financiera importante y trabajar mucho, pero sin dudas la clave fueron los más de 30.000 socios en un año.

-¿Qué te dejó el paso por el Mundial de Clubes?

-Mucho. Por ejemplo, estar comiendo con Blatter y Florentino Pérez es algo increíble, pero no por mí, si no por ver con quién se está codeando San Lorenzo. Ahora lo más difícil es mantener al club en este lugar de privilegio. Tenemos que trabajar mucho en la generación de ingresos para sostener un presupuesto elevado de fútbol y seguir en la elite del fútbol mundial. Hoy nos pueden cargar con que perdimos con el Real pero nadie puede negar que estamos ahí.

-Algunos dicen que San Lorenzo arriesgó poco contra el Real Madrid…

-Creo que el planteo fue excelente porque jugarle mano a mano al Real Madrid es una locura. Lo hablé con el Patón y él tenía la idea de tener un poco más la pelota pero el equipo entendió lo que tenía que hacer y si no fuera por ese gol de pelota parada estábamos en partido porque ellos ya se estaban poniendo nerviosos.

-¿Es mucha la distancia entre el fútbol argentino y el europeo?

-Hay diferencias siderales en todos los niveles. Allá me contaban que por ejemplo el Real tiene 90.000 socios y además 500.000 con un carnet madridista que le llaman; sólo por esos tiene 10 millones de euros de socios que ni siquiera van a la cancha y esa cifra es el presupuesto total de San Lorenzo.

-Los jugadores criticaron el arbitraje. ¿Qué pensás?

-No creo que haya dirigido mal pero los jugadores me dijeron que cuando le hablaban los miraba con desprecio y con ellos se obnubilaba. Eso no me gustó nada y está bien que los jugadores lo hayan hecho público. No me gusta que nadie menosprecie a San Lorenzo.

-¿Te recriminás algo del mercado de pases previo al Mundial de Clubes?

-La verdad es que no. Entiendo que es inevitable la incógnita de saber qué pasaba si estaba todo el equipo de la Copa pero Nacho dijo públicamente que no quería seguir en el país y Angel, con el problema de salud que tuvo, igual no hubiera podido jugar. Soy muy autocrítico pero en esto no encuentro falencias. Se fueron jugadores importantes pero hicimos un esfuerzo económico grande para traer al Pitu y a Yepes, que son futbolistas de primer nivel.

-Yepes no rindió como se esperaba. ¿Va a seguir?

-Tengo entendido que sí. El fútbol es así: Mario venía de jugar un Mundial hace seis meses, tres cuando lo trajimos nosotros, y lo hizo en un gran nivel. Es una apuesta que hoy volvería a hacer. Es un gran jugador y un gran profesional que, seguramente, con una buena pretemporada va a estar en el nivel que nosotros esperamos.

-¿Creés que en AFA se viene una nueva generación post Grondona?

-Sí, sin ninguna duda. Y me parece que es muy bueno que aparezca gente nueva, no sólo en el fútbol, porque renueva las energías, las ideas y eso siempre es sano. Hay una camada de dirigentes nuevos, como Verón o Spinosa, incluso varios del Ascenso, que están haciendo las cosas muy bien. Ojalá que entre todos mejoremos el fútbol argentino.

-Fuiste nombrado protesorero. ¿Te gustaría hacer carrera política en AFA o a nivel nacional?

-No tengo aspiraciones en AFA pero sí he descubierto que tengo vocación de servicio, aunque hoy no pienso en eso porque tengo mandato hasta 2016 en San Lorenzo. Más adelante podría ser. Me hicieron algún ofrecimiento político pero entendí que no era el momento. Tenemos que ser responsables con la gente que nos votó para gobernar el club y les fallaría si me distrajera con otras cosas.

-Hay un tema que une al club con la política: La Vuelta a Boedo. ¿Cómo está ese tema?

-Muy bien. A veces uno tiene que abstraerse del microclima y ver todo lo que hemos avanzado. Ninguna CD hizo tanto por la Vuelta como esta. Para nosotros es una cuestión de estado y una de las cosas más importantes de acá al 2016. Nunca cortamos las reuniones con Carrefour y ahora la clave es que la gente compre metros cuadrados. Ya juntamos unos 30 millones de pesos pero faltan 64 más. Al mismo tiempo seguimos analizando alternativas para la compra del predio. Queremos irnos con el terreno comprado y con la construcción del nuevo super y del estadio en proceso.

-Hay vecinos en contra de la Vuelta y vos sos del barrio. ¿Te dicen algo?

-La otra vez vino una vecina a decir que iba a mandar cadenas de mails para que nos hagan la vida imposible si volvía la cancha. Yo trato de explicarle a la gente que la cancha le va a hacer muy bien al barrio porque detrás de eso viene todo un tejido social: estamos pensando en una escuela con becas para los chicos del barrio, un destacamento policial y un gran sector comercial.

-¿Qué autocrítica hacés de la gestión?

-(Piensa) Por ahí nosotros nos propusimos que San Lorenzo sea buena noticia y la salida de Caruso fue una mala noticia muy mediatizada. Lo que pasó con las entradas de la final de la Copa es lo que más me duele porque hubo gente que hace muchos esfuerzos, paga la cuota y se quedó afuera. San Lorenzo nunca había jugado una final de Libertadores y el tema nos sobrepasó. Ahora estamos trabajando en un ranking de socios y un montón de cosas que queremos implementar. Y después creo que tendríamos que avanzar más rápido con la construcción del Polideportivo, que iba a estar para fin de año pero se nos atrasó un poco.

-¿Qué metas tienen para el 2015 que se viene?

-Comprar el predio de Av. La Plata es el gran objetivo. Y, en lo futbolístico, repetir el título en la Libertadores. Cuando uno pone la vara tan alta, después no puede bajarse. Queremos seguir instalando la marca San Lorenzo en el mundo.

Fuente: Olé