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El arquero de Real Madrid no se olvida de la final perdida con Boca en Japón en 2000.

MARRAKECH.- No formula declaraciones como si se tratara de un político en campaña. Dice lo que piensa, cree lo que afirma. No es, por así decirlo, un sujeto políticamente correcto Iker Casillas , el magnífico arquero de Real Madrid . Como cuando se desnuda cuando advierte que conoce poco y nada de San Lorenzo . O cuando anduvo a las trompadas mediáticas con un grupo de irreverentes que lo torearon a capa y espada, tras el Mundial de las sombras español. El portero fue una de las víctimas de la guillotina imaginaria. Y cada vez que puede, lo recuerda. Como recuerda, también, aquella vieja historia de 2000. Dolorosa para el Madrid, fascinante para Boca. Y para Martín Palermo. «No me olvido de esa final perdida. Quiero tomarme revancha de los argentinos», suscribe, a poco de dar vuelta la página de la finalísima. La cereza que le falta al Madrid en una temporada de ensueño. «San Lorenzo es un equipo con mucha experiencia. Por algo llegó a donde llegó. Es un equipo peligroso, con hambre de gloria, que en cualquier momento te puede complicar. Hay que planificar con mucho cuidado el partido. Nunca se gana antes de jugar», reflexiona, rodeado de los galácticos de hoy, una costumbre que no lo transforma. Es el mismo de siempre. Decidido, valiente, desafiante. Como Cristiano. «Es un grande. Da mucho más de lo que la gente piensa, no sólo vive de los goles. Si él no convierte, hay otros que pueden hacerlo, mientras él distrae a las defensas. Es muy valioso Cristiano, crea peligro por sí solo. Nos sirve porque les genera presión a los rivales y porque además de los goles genera asistencias», define al genio portugués. Antes de mezclarse en otras historias, dentro de la Casa Blanca. Se entromete en la cocina, en el living, en el comedor.

-¿Ésta puede ser una de las mejores temporadas de la historia del club?

-Todos los años me preguntan lo mismo. Lo bueno de esta plantilla es que sabe muy bien dónde está parada, es consciente de todo lo que está alrededor. Y va logrando metas poco a poco. Ahora no hay que pensar ni en la Liga, ni en la Copa ni en la Champions, sólo en ganar la final del Mundialito. Es nuestro único objetivo. No comparo si este año es mejor que otros. Yo me quedo con el presente, con 2014. La idea para 2015 será hacer lo mejor posible para la alegría del aficionado, como siempre, como debe ser. Se vendrá en su momento un enero muy fuerte, pero ahora sólo pensamos en esta final.

-El equipo está muy bien. Y el arco muchas veces termina en cero. ¿Eso te genera mayor confianza?

-Siempre es positivo que no me marquen goles, todo eso ayuda, a nivel personal y a nivel colectivo. Pero vamos. a mí siempre se me ha estado mirando con lupa desde hace mucho tiempo, para bien o para mal. Entiendo que es porque se me ha nombrado cinco veces como el mejor portero del mundo, todo el planeta está analizando con lujo de detalles qué es lo que haces. Pero ni antes he bajado la cabeza para que me la entierren ni ahora hay que sacar el pecho para que todos me miren y me elogien. Todo lo contrario: trabajo, tranquilidad y constancia.

-¿Y cómo definirías tu presente?

-Yo personalmente me encuentro en un buen momento, con mucha ilusión. Es un año importante para mí, en el que he vivido cosas buenas y otras no tan bonitas, como el Mundial. Pero ahora estamos en un momento decisivo, con mucha ilusión.

-Si logran el trofeo, se acabaría un año que será difícil olvidar.

-Depende de nosotros. Vamos a jugar como lo hacemos siempre, con el fútbol de siempre. Si ganamos el Mundialito, cerraríamos el año con la matrícula de honor.

Una espera con mucha ilusión

Más de 3000 hinchas de San Lorenzo se juntaron ayer en la plaza Jamaa El Fna, de la ciudad de Marrakech, para alentar el equipo. Hoy, en el estadio, serán 10.000.

Real Madrid postuló al portugués Pedro Proenca; San Lorenzo al chileno Enrique Osses; la FIFA eligió a Walter López (Guatemala) para arbitrar la final.

Fuente: La Nación