Brasil sufrió en los últimos minutos pero eliminó a Colombia y enfrentará a Alemania

El equipo de Scolari mostró su mejor versión en el primer tiempo, pero tuvo que resistir en el complemento. Thiago Silva y David Luiz firmaron el 2-1 que los pone en semifinales. Descontó James, el goleador del Mundial



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El equipo de Scolari mostró su mejor versión en el primer tiempo, pero tuvo que resistir en el complemento. Thiago Silva y David Luiz firmaron el 2-1 que los pone en semifinales. Descontó James, el goleador del Mundial




La selecciones de Brasil y Colombia se enfrentan en un duelo de sudamericanos para ganar un boleto a la semifinal del Mundial Brasil 2014. En Fortaleza, el conjunto de Scolari vuelve a enfrentar la presión de un público que sufrió más de la cuenta en el encuentro de octavos frente a Chile.

El trascendental encuentro se juega en el estadio Arena Castelao, con capacidad para 60.342 espectadores y con un polémico arbitraje del español Carlos Velasco Carballo. En un partido cargado de infracciones, tardó 63 minutos en sacar una amarilla: fue para Thiago Silva, que se pierde el próximo partido.

Los locales alinearon a Maicon en lugar de Dani Alves, que no mostró seguridad en la banda derecha a lo largo del torneo. Fernandinho ya afirmado en el equipo, comparte el mediocampo con Paulinho. Neymar con sus típicas libertades, como comodín en el ataque.

En el comienzo del encuentro, Thiago Silva se le escapó al marcaje de Carlos Sánchez en un tiro de esquina, y empujó el balón a la red en el segundo poste. Un gol muy rápido que sorprendió a Colombia y que lo obligó a reaccionar con inmediatez.

James era la única variante efectiva de los avances de Colombia. Resolvía bien a pesar de la presión ejercida por el doble pivot brasileño, contagiaba a Ibarbo y Cuadrado, pero sus intenciones se desvanecían en la imprecisión de sus compañeros.

El colombiano David Ospina empezaba a ser la única razón por la que el marcador no era más abultado. El dominio de Brasil obligaba al portero a esforzarse para evitar que su equipo reciba más goles.

Los dirigidos por Scolari imponían un ritmo de vértigo al desarrollo y a los «cafeteros» les costaba seguir ese paso. Era la mejor versión del anfitrión en la Copa del Mundo. Mostraba voracidad y orden en la presión colectiva, y al momento de atacar, era vertical y dinámico.

En el complemento, Pekerman mandó al campo a Adrián Ramos y sacó a Victor Ibarbo. Quería acompañar a Teófilo Gutiérrez y también liberarlo, que sume movilidad al no actuar de referencia en el centro del ataque.

Brasil bajó la intensidad, sintió el cansancio tras un primer tiempo eléctrico, y empezó a cortar con infracciones todas la posesiones de Colombia. Contaba con la floja actuación arbitral, que lo favorecía para cometer faltas sin recibir apercibimientos.

Pero así como Thiago Silva anotó el primero, el otro defensor central marcó el segundo. David Luiz ejecutó un tiro libre perfecto y estampó un golazo para aumentar la diferencia en el marcador. El 2-0 enterraba las esperanzas «cafeteras».

En Colombia ingresó Carlos Bacca para intentar sumar más peso en el ataque, y el equipo empezó a empujar ante un Brasil replegado. La primera línea brasileña era puro rechazo. No intentaba salidas limpias, pateaba directamente al campo contrario.

En uno de esos avances, el ingresado Bacca quedó frenta a Julio César y el guardameta le cometió falta. Era penal para alimentar la ilusión colombiana nuevamente.

James Rodríguez se hizo cargo y consiguió su sexto gol en el Mundial. Se convertía en el goleador del certamen y le daba a su equipo un esperanza de llevar el juego al alargue para pelear por la clasificación a las semifinales.

Pero Scolari empezó a armar un bloque impenetrable. Metió al defensor central Henrique por el golpeado Neymar y también a Ramires y Hernanes para frenar la embestida colombiana de los minutos finales.

A pesar de sufrir los minutos de cierre, Brasil ganó el duelo de sudamericanos y dejó en el camino a otro rival del mismo continente. Pekerman perdió su invicto en nueve partidos mundialistas, pero Colombia hizo una actuación histórica colectiva, e individual con James Rodríguez.

Pese a la ausencia de Radamel Falcao, que se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla en la antesala del Mundial, Colombia ha mostrado que su potencial es enorme. Rápido, preciso y equilibrado.

La situación de Brasil es diferente. A lo largo del certamen no ha demostrado un buen juego y depende exclusivamente de la aparición de Neymar para desequilibrar y cambiar el resultado. Pese al mal desempeño de los últimos partidos, la experiencia del equipo de Scolari le juega a favor para enfrentar instancias de mucha presión.

Más allá del resultado que obtenga en la tarde del viernes, Colombia quedará en la gloria por haber llegado por primera vez a los cuartos de final, mientras que Brasil está obligado a vencer porque su objetivo es obtener el «Hexa» para vengar aquel «Maracanazo» de 1950, cuando Uruguay les arruinó la fiesta en el primer Mundial que organizaron.

José Pekerman repetirá la misma formación que le ganó a Uruguay en los octavos mientras que Scolari realizará un cambio obligado por la acumulación de amarillas de Luiz Gustavo. En su lugar ingresará Paulinho. El resto será el mismo equipo que eliminó a Chile.

Fuente: Infobae.com



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