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Después de un mal arranque, la Selección dio vuelta el partido ante Croacia con un Messi desequilibrante jugando en su vieja posición de extremo por derecha. 

Fue un triunfo lógico. No podía esperarse otra cosa de esta Argentina poderosa, de nivel top en el mundo, contra los suplentes de Croacia, sin ningún titular por el próximo choque con Italia por las Eliminatorias para la Eurocopa. Entonces, más allá del resultado, que termina siendo anecdótico, el partido sirvió para dos regresos: el de Lionel Messi a su antiguo puesto de extremo por la derecha y el de Carlos Tevez a la Selección.

Las famosos y recordadas apiladas de Leo de derecha al medio, gambeteando rivales desde la banda en diagonal hacia el área, no tardaron en aparecer. Pero antes de esos slaloms hubo una sorpresa: que la iniciativa del partido la tomaran los croatas. Avanzando en el campo en bloque, haciendo circular prolijamente la pelota, el equipo de Niko Kovac complicó al del Tata, que evidenció problemas tanto para el retroceso como para el achique. Los de Martino salían de a uno a presionar y, en inferioridad numérica, Croacia lo aprovechaba para merodear el arco de Chiquito Romero. En una de esas acciones en la que el equipo europeo rompió líneas, Kovacic quedó de frente al arco y la abrió a su izquierda para que Sharbini definiera con un derechazo cruzado al gol.

Le costó unos minutos reaccionar a la Selección. Pero de a poco, más por desequilibro individual que colectivo, comenzó a generar situaciones como para empatar el partido. Lo irónico es que el gol del 1 a 1, en el comienzo del segundo tiempo, fue un derechazo de Ansaldi que pegó en el codo de Agüero y descolocó al arquero croata. Sí, el mismo Kun que en el primer tiempo tuvo dos situaciones claritas con el pie, de frente al arco, y definió mal. Cosas del fútbol…

Lo importante es que, desde la derecha, Messi siguió siendo el dueño del equipo. Dejar de ser el falso 9 del equipo para correrse a un costado no perjudicó su juego. Activo, participativo y encarador, Leo condujo cada avance de la Selección partiendo desde la banda derecha. Con un Di María apagado, el juego se centró más del medio a la derecha, con las subidas de Zabaleta para hacerle la segunda al crack del Barcelona. Y se vio, en la segunda parte, a una Argentina más cómoda, apostando más al toque que al vértigo algo desordenado que mostró en la primera mitad.

El ingreso de Tevez, después de 3 años y 3 meses sin vestir la Celeste y Blanca, quedará en el recuerdo. Pudo adornarlo con un gol, pero su cabezazo fue atajado por el arquero. Al rato contó con otra situación que se le fue apenas desviada. Lo positivo de su inclusión es que el Tata cuenta con variantes del medio hacia adelante. Tantas cartas en el mazo que puede darse el lujo de usar a su as de espadas como un 7 bravo.

Fuente: Ole.com