Si bien el festejo cada año avanza un poco más en nuestra cultura, muchos argentinos se niegan a incorporarlo. Acá, algunas razones para zafar de la "transculturación".
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Si bien el festejo cada año avanza un poco más en nuestra cultura, muchos argentinos se niegan a incorporarlo. Acá, algunas razones para zafar de la «transculturación».
1. Es todo comercio. Disfraces, maquillaje, golosinas, todo lo que se utiliza para festejar Halloween, debe comprarse.
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2. No es una tradición argentina. Como ocurre siempre que se importan actos culturales diferentes a los nuestros, el verdadero significado queda relegado a una simple imitación. Jamás se ha celebrado como parte de nuestra cultura e idiosincrasia, una noche dedicada a las brujas.
3. Es satánico. Aunque en apariencia es una actividad recreativa, su verdadero significado sigue oculto a nuestros ojos. En muchos países, incluyendo el nuestro, grupos satánicos usan esa noche para un «culto» especial dedicado a satanás y en muchos países se hacen sacrificios en una noche de lujuria, drogas, alcohol y toda clase de desenfrenos, en las llamadas «misas negras».
Fuente: minuto uno