El Director Técnico argentino seguía concentrado lo que pasaba en la cancha. En un momento, caminó hacia atrás y apoyó la cola en una heladera portátil, con la mala suerte de que aplastó un vaso lleno de café y se quemó.
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El Director Técnico argentino seguía concentrado lo que pasaba en la cancha. En un momento, caminó hacia atrás y apoyó la cola en una heladera portátil, con la mala suerte de que aplastó un vaso lleno de café y se quemó.
Fuente: Nexofin