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El arquitecto estrella danés Bjarke Ingels, quien diseñó una estación de energía con una pista para esquiar en el techo, se ha empecinado ahora con un nuevo proyecto

Encerrados quizá sea una exageración pero algo de eso hay: quienes se atrevan a esta experiencia, que supera por lejos al culto a la mascota contemporáneo, deberán estar enterrados o dentro de jaulas hechas con troncos, mientras leones, rinocerontes, tigres y serpientes, separados entre sí, se pasearán, orondos, en libertad.

Ingels sostiene que “el reto de un arquitecto es asegurarse que nuestras ciudades ofrezcan marcos generosos para diferentes personas, de extracciones diferentes, economía, género, cultura, edad, para que puedan vivir en armonía”. El especialista no compara a los inmigrantes, a los viejos o a los transexuales con animales, por supuesto, pero dice que “en ningún lugar (la diferencia) es tan amarga como en un zoológico”.

La idea -a largo plazo- es volver a los humanos invisibles (mediante juegos de espejos) u ocupando determinados sitios de observación orgánicos, de acuerdo a los animales, como para no despertar apetitos o tentaciones peligrosas.

Fuente: Telam.com.ar