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Uno de los graves problemas de las capitales africanas es el tráfico. En Kinshasa fabricaron un súper policía que haga cumplir las normas

Todas las grandes ciudades tienen problemas con el tránsito de vehículos y personas. Los abordajes para este tipo de problemas son muchos y bien diferentes. Algunos recurren a implementar diferentes tipos de penalidades, multas y regímenes de circulación, mientras otros recurren a la tecnología para aliviar las vías de circulación y mejorar el transporte público.

En este caso, el abordaje elegido por la comunidad de Kinshasa podemos decir que es mixto. Por un lado, se apoya en las normas de tránsito y por otro en la tecnología, aunque de una forma un poco impensada. En el cruce de las calles Asosa, Huileries y Patrice Lumumba, en la capital congoleña, el gobierno instaló un peculiar medio para controlar el tránsito: un robot gigante que hace las veces de semáforo. Uno puede preguntarse por qué no ponen un semáforo y ya. Bueno, el tema es que el robot cumple un rol extra y es el de intimidación a los infractores, según explica el diario Washington Post [en inglés].

El Robocop de tránsito funciona con energía solar y está equipado con múltiples cámaras que le permiten tanto controlar el flujo del tránsito como realizar multas. «Si un conductor no respeta al robot por ser simplemente una máquina, el robot se hará valer imponiendo una infracción» explica Isaie Therese, uno de los ingenieros encargados del desarrollo de este sistema, al cronista de la TV africana CCTVA Africa.

Fuente: La Nación