Moda sustentable: ¿de dónde viene lo que compramos?

En el mercado hay cada vez más opciones de marcas que elijen el camino de la sustentabilidad y la moda ética. ¡Enterate!



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En el mercado hay cada vez más opciones de marcas que elijen el camino de la sustentabilidad y la moda ética. ¡Enterate!




Las formas tradicionales de producción de indumentaria y textil de la mano del consumo masivo generan un gran impacto ambiental y social. En gran parte, se debe a alguno de los siguientes factores: la contaminación que producen los desechos, la forma de elaboración de los materiales, el proceso de fabricación, la gran cantidad de prendas que se fabrican por temporada, la explotación de trabajadores, la utilización de talleres ilegales, entre otros.

Si bien todavía no es tan grande el número de personas que se preguntan de dónde viene lo que consumen, es una tendencia que está creciendo día a día. Consecuentemente, en el mercado hay cada vez más opciones de marcas pequeñas, diseñadores independientes y empresas grandes que siguen el camino de la sustentabilidad y la moda ética.

Hay distintas formas en que las marcas aplican el concepto de sustentabilidad en Argentina. Marcas como Chunchino, Koshkil, Paula Gray y Sole and soul, por ejemplo, utilizan como materia prima productos orgánicos.

Otras como Bop, Neumatica y Reinventando basan sus producciones en el reciclaje. Es decir, la materia prima proviene de desechos.

Todas estas marcas no solo se enfocan en el impacto ambiental si no también en lo estrictamente social, asumiendo su responsabilidad para con la sociedad y alzando la bandera del comercio justo, la revalorización de mano la de obra en desuso y la Inclusión social.

Hablamos con Dana Batista, la fundadora de Tamma Talleres Libres, quienes se dedican a administrar talleres de producción de manera justa y socialmente responsable. Dana cuenta cómo enseñan nuevas formas inclusivas de producción a los diseñadores y, también, nuevas formas de relacionarse comercialmente con ellos a los talleristas: «Los diseñadores, sobre todo los mas jóvenes, poseen un gran interés en la calidad del producto y esto incluye en gran medida, el cuidado de la mano de obra que va a realizarlo. Gracias al activismo que muchas organizaciones como ‘La alameda’, ACIFEBOL, o los amigos de Da+ (diseño más acción) entre tantos otros se ha logrado generar cierto nivel de conciencia respecto del costo humano que conlleva la producción de indumentaria.».

La forma de consumo de a poco está cambiando, porque el publico se va relacionando e interesando más en el proceso productivo y no solo en el producto final y su precio. «La indumentaria es el segundo bien de consumo al que tienen acceso todas las clases sociales. Funciona también como una casa portable, constituye el habitat de nuestro cuerpo y es un gran agente de comunicación y posicionamiento social. Así, hay valores diferenciados en cada segmento de la indumentaria. Algunas clases sociales no pueden ni siquiera pensar en qué impacto tiene la producción de tal o cual producto en la sociedad, para ellos, la indumentaria es una necesidad y valoran mayormente, la accesibilidad (el precio) que ofrece. Otras clases sociales, en cambio, pueden ir más allá de la moda y cuestionar este impacto, tratando de ‘premiar’ a las marcas que ofrecen productos que transfieren un valor ético al acto de compra. Estas clases son las generadoras de cambio, ya que ellas son las que determinan cuál es el valor (atributo) que tiene un producto e incentivan a los productores a generar cada vez más productos con estos atributos. Por lo tanto, sabemos que en la actualidad, hay un interés por el comercio justo y el ciudado del impacto en la producción de bienes de consumo, pero es una tendencia que aún está en desarrollo.», cuenta Batista.

OTRAS TENDENCIAS

Otras tendencias que van de la mano de la sustentabilidadson la revalorización de el mercado vintage, la moda del D.I.Y (Hazlo tu mismo) y el Slow Fashion. Cada una de estas tendencias, a su manera, ayudan a minimizar el consumo desenfrenado y a darle otro valor a las cosas que uno tiene o compra, generando menos derroche y contaminación.

A veces con pequeños cambios a la hora de vestir o consumir moda podemos aportar mucho más de lo que creemos. Por ejemplo, realizando cosas con nuestras manos, reciclando ropa, dándole nuevos usos, regalando o donando, intercambiando también con amigas o familia, comprando ropa usada o vintage o consumiendo marcas que aporten al bienestar social y ambiental. De a poco y desde nuestro humilde lugar estamos sumando al bienestar social global.

Con estas pequeñas acciones cotidianas no solo nos empezamos a generar un impacto en la sociedad sino que además una prenda realizada con materiales orgánicos y con una buena confección, bien paga, tiene mayor durabilidad y resulta más fácil mantenerla con el tiempo. Es ganar o ganar – ¿no cierra por todos lados?

A continuación, les acercamos una lista de marcas sustentables, lugares vintage, ferias y blogs de ideas para sumarnos a esta moda consciente y amigable con el ser humano y el planeta. Ojalá algún día esta sea la única manera de hacer y consumir productos, no la excepción.

Fuente: Lanacion.com.ar

Publicado en: Curiosidades   Etiquetas: , ,