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Las playas de Punta del Este, Mar del Plata, Pinamar y Cariló están a pleno. Aquí, precios, datos, novedades y más para que no se te escape nada en este verano 2015

El verano ya se vive a pleno en los principales puntos turísticos de la costa atlántica, tanto en la parte argentina como en la uruguaya. Y si bien los panoramas son bien distintos de uno y otro lado (debido a las complicaciones de la economía), los turistas llenan las playas desde hace varios días, alentados por los feriados y los asuetos.

Para saber qué está pasando en estos cuatro puntos, aquí una selección de novedades, beneficios, precios, salidas y más, para disfrutar a fondo y sin complicaciones.

DE LA MANO DE LOS PRECIOS

Cepo cambiario, devaluación, precios en dólares… En el Este, el panorama para los turistas argentinos no parece ser el mejor. Sin embargo, los locales no pierden las esperanzas y apuestan a una temporada que, por lo menos, iguale a la de 2014.

¿Con qué se encontrarán los turistas? Veamos:

Aperturas. Sin duda, la novedad más grande de la temporada es la inauguración del shopping Oh! La Barra (ver página 4). A este se le suma The Grand Hotel, un hotel cinco estrellas frente al mar, en la parada 10 de La Brava. El edificio, de líneas vanguardistas, simula un crucero en tierra y ofrece 119 habitaciones y todos los servicios.

Fiesta y eventos. La fiesta de Lacoste marcó el lanzamiento de temporada. A ella le seguirán la de Chandon (lo más probable es que se celebre el 9), las sesiones de jazz en Lapataia; la fiesta de Vitamin Water, en La Caracola; el cóctel de HSBC, en los médanos de La Huella; los atardeceres con música indie dance organizados por Chivas.

Precios. Como se dijo, si hay algo que afecta fuerte a los argentinos en el Este son los precios. Algunas referencias: la entrada a una disco está entre US$ 80 y 100; el litro de nafta premium, US$ 2,5; un licuado en la playa, US$ 15; una hamburguesa en un bar de La Barra, US$ 10; una porción de rabas, US$ 15; un trago en una disco, US$ 30; una cerveza en un bar del puerto, US$ 12; un chivito completo, US$ 30.

Descuentos. En contraposición, las tarjetas de crédito están ofreciendo grandes beneficios (con descuentos que llegan al 30 o 40 por ciento), y también se mantiene el incentivo propuesto por el gobierno uruguayo de devolver el IVA a las compras en esa ciudad.

SE ESPERA UNA INVASIÓN

La Ciudad Feliz se prepara para una temporada que promete ser récord por cantidad de visitantes. Y como toda gran urbe tiene novedades de todo tipo. Algunas de las más destacadas son:

Sin alcohol. Como una forma de evitar el consumo excesivo de alcohol, durante el verano y en toda la costa atlántica se implementará una propuesta que permitirá el ingreso gratuito a locales bailables si se constata que no hubo un consumo importante de alcohol en la llamada previa. Los interesados harán un test voluntario y si la marca es por debajo de 0,5 gramos por litro de sangre, el acceso será sin cargo. Esto en Mar del Plata no es novedad, ya que es la ciudad líder en controles de alcoholemia a conductores del país. Los operativos son siempre de madrugada y en recorridos próximos a los circuitos nocturnos. Los positivos punitivos (por encima de 0,5 g/l) implican retención del carnet habilitante del conductor, secuestro del vehículo, multa (por encima de los 3000 pesos) y plazo de suspensión para volver a manejar.

Diversión gratuita. En pleno centro, en la continuidad natural de la rambla hacia el Torreón del Monje, los turistas encontrarán este verano un parque de diversiones a cielo abierto y con entrada gratuita para grandes y chicos. Se llama Diver Mar y tiene una decena de juegos mecánicos bien divertidos. Para lograr el pasaporte que habilita el acceso a los entretenimientos sólo hay que pasar por ventanilla y registrarse con número de documento.

Ruta de la cerveza. Se impusieron durante el invierno y parece que también lo harán este verano. Desde las 21, las cervecerías artesanales proponen happy hours de dos horas, como una forma de acompañar el fin de la jornada de playa. En la zona de calle Córdoba y también Mitre, en barrio Chauvin, hay para elegir lugar y onda. Bruder, Antares, Viejo Dave, Cerveteca, Lecker, Barley y Baum van a la cabeza. Por Güemes, otras sucursales de Baum y Antares más el flamante Barwin. El dato destacado que fue un boom durante el invierno lo impuso Antares: barra habilitada en su propia fábrica. Los jueves y viernes se toma casi al pie del alambique o se lleva a casa en un botellón de dos litros, formato que llegará este año a una sucursal que abrirá en Vicente López. Por 60 pesos hay visitas guiadas a la planta de elaboración y degustación final.

Escuelas de surf. Cada temporada es una buena oportunidad para el adulto que no termina de animarse y el niño que siempre hace fácil lo que para la mayoría parece ser algo demasiado complejo, como es pararse sobre una tabla de surf y dejarse llevar por una ola. En la costa marplatense hay más de 30 escuelas que funcionan en balnearios, varias piloteadas por grandes campeones argentinos e internacionales. Maestros de lujo para una experiencia imperdible. Las clases, que como mínimo son de una hora, cuestan desde 100 pesos e incluyen la provisión de tablas y traje de neoprene.

Recitales. Hoy se hará el Festival de la Canción Popular. También al aire libre y sin cargo para el público, en el mismo escenario estarán Raúl Lavié, Alejandro Lerner y Tan Biónica. También hoy, pero en Independencia y la costa, en el parador de la provincia de Entre Ríos, se podrá disfrutar de un recital gratuito de Miranda. Además, entre los shows gratuitos con fecha confirmada se encuentran Piñón Fijo, el 6; Luciano Pereyra, el 12; Adriana, el 18; Lali Espósito, el 19, y Axel, el 23, todos en el escenario del Paseo Las Toscas, entre la Rambla Casino y el Torreón del Monje.

Valores. Algunos precios orientativos son: entradas a teatros, entre $ 200 y 350 (salvo Stravaganza, que tiene hasta $ 700). Comidas: pastas, de $ 60 a 100; rabas, $ 96; tabla de mar, entre $ 180 y 250; pizza de mozzarella, de $ 70 a 120; gaseosa chica, $ 25; café, de $ 18 a 26; entrada a discos, desde $ 100; carpa por día, desde $ 400, y sombrillas por día, desde $ 250.

PLAYAS VERDES

En Pinamar y Cariló, otro de los destinos preferidos de la costa atlántica, también hay novedades. Veamos:

Paradores. Este verano será la antesala de un proyecto de renovación del frente marítimo de Pinamar. A partir de marzo, cuando termine la temporada, muchos paradores serán demolidos para construir otros de tipo sustentables, en armonía con el medio ambiente y con una política de preservación del mar, los médanos y la vegetación. Los nuevos paradores tendrán que cumplir con ciertas normativas: estarán a un metro del suelo, para permitir la reconstrucción natural de los médanos; los edificios serán de madera y la cantidad de baños estará acorde con la cantidad de carpas, entre otros detalles. El proyecto también prevé la construcción de una rambla en paralelo al mar.

Basura y reciclaje. Pinamar no se queda afuera de la tendencia: quiere ser verde. En las playas hay cestos para diferenciar la basura (residuos húmedos y secos; plásticos, vidrio). También están en los paradores, en restaurantes, bares y quioscos. En la ciudad se colocaron recipientes llamados islas ambientales para diferenciar los residuos y poder reciclarlos. Estas islas fueron fabricadas con plástico recuperado.

Seguridad. Como primera avanzada del Operativo Sol, el 5 de diciembre llegaron al partido los primeros 550 agentes destinados al operativo. En total serán 1500. De esos 1500, 60 se sumarán al cuerpo permanente del distrito.

Eventos. La agenda es bien surtida. En running, mañana se hará la 15» Maratón del Desierto. Habrá dos versiones: 5 kilómetros por la playa y 15 kilómetros entre los médanos; el 17, en tanto, se hará la carrera NightRun, que será de noche, entre los bosques, con los médanos y la plaza como marco. En rugby y hockey, en tanto, el 17 y 18 se jugará el Seven Nacional Playero de Rugby y el Seven de Beach Hockey, dos clásicos de Pinamar. Finalmente, en lo que hace a la moda, el 27 se desarrollará la Pinamar Fashion Night, en Cariló.

Fuente: La Nacion