En 50 años, los hombres podrían ganar menos que las mujeres

Es porque ellas logran mejores resultados en sus estudios.



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Es porque ellas logran mejores resultados en sus estudios.




Es 2014 y a las mujeres se les sigue pagando menos que alos hombres. ¿Esto sugiere que la brecha de paga entre los géneros es algo desgraciadamente permanente? ¿Seguirá siendo así en 50 años? Predeciría que sí. Pero para entonces seránlos hombres los que ganen menos. Mi pronóstico se basa en evidencias surgidas de las escuelas, un lugar más equitativo que el trabajo. Académicamente las chicas no sólo alcanzaron a los chicos en cuanto a su desempeño: los superaron. En un estudio difundido en 2013 y usando datos de 2000 a 2009, los economistas Nicole M. Fortin, Philip Oreopoulus y Shelley Phipps concluyeron que 20,7% de las estudiantes del último año de secundaria tenían promedio de A (máximo nivel en Estados Unidos) versus 14,7% de los chicos. En 2012, más del 70% de los graduados con las más altas notas eran chicas. Esta tendencia se extiende al ciclo básico universitario en Estados Unidos. Un estudio de college públicos de Florida de los economistas Dylan Conger y Mark C. Long -que cubre de 2002 a 2005- concluye que las mujeres tenían promedios de puntuación más elevados y eran más proclives a proseguir los estudios. Y los economistas de Harvard Claudia Goldin y Lawrence F. Katz también muestran en su libro The Race Between Education and Technology cómo cambiaron los tiempos. Informan que para los 30 años, un hombre nacido en 1945 tenía aproximadamente 50% más probabilidades que una mujer de haber terminado el college, pero que los hombres nacidos entre 1960 y 1975 tenían menos probabilidades de completarlo que las mujeres. Para el grupo nacido en 1975 la brecha es de casi el 25 por ciento. «Cuando se dan oportunidades educativas sobre bases relativamente tendencia laboral. Es porque ellas logran mejores resultados en sus estudios equitativas a las mujeres -dice Katz- tienden a lograr mejores resultados en cuanto a completar estudios y calificaciones, aunque hay algunas diferencias según la especialidad de la que se trate.» Una razón para pensar que esto se replicará en el trabajo deriva del motivo por el que los chicos tienen peor desempeño en la escuela. El factor que se considera la causa primordial de ello es la falta en los chicos de lo que los científicos llaman capacidades cognitivas. tienen problemas para quedarse quietos, concentrarse y ejercer autocontrol. Brian A. Jacob, economista de la Universidad de Michigan, concluyó en un estudio publicado en 2002 que los problemas de conducta de los chicos explican en importante medida por qué las chicas llevan ventaja en el college. Un trabajo dio sustento a esto mostrando que las chicas superan a los chicos en pruebas que requieren preparación, pero no en las que miden aptitud. Los empleadores requieren estas mismas capacidades no cognitivas (administrar el tiempo, capacidad de redacción, estructurar tareas por uno mismo, trabajar en equipo). No obstante hay dos motivos para creer que la tendencia que se ve en los centros de estudio puede no aparecer en el lugar de trabajo. Primero, algunas evidencias apuntan a otras diferencias de género en términos de psicología.Experimentos de laboratorio -muchos realizados por Muriel Niederle de Stanford- muestran que los hombres tienen mejores resulta- Las ejecutivas serán mejor remuneradas dos en ambientes competitivos, en parte porque se tienen más confianza. Los hombres también muestran menos aversión al riesgo. Un segundo factor es que los trabajos y la sociedad siguen estructurados en función de roles de género tradicionales. Las responsabilidades familiares y hogareñas no desaparecerán. Cerrar o revertir la brecha de género -como dijo Goldin- «debe involucrar alteraciones en el mercado laboral, en particular cambiando la manera en que están estructurados y remunerados los trabajos para mejorar la flexibilidad temporal». también requerirá cambios en normas sociales e identidades, como mostraron los economistas Marianne Bertrand y Emir Kamenica, de la Universidad de Chicago, y Jessica Pan, de la Universidad Nacional de Singapur.

Descubrieron que si una mujer tiene probabilidades de ganar más que su marido, basado en un modelo de predicción estadística, tiene menos

probabilidades de trabajar fuera del hogar. Y cuando trabaja y gana más, los matrimonios son menos felices. Para revertir la brecha de género, estas normas tendrían que cambiar. Bertrand dice que en Asia, «donde las normas de géneros no son particularmente fuertes, las mujeres exitosas optan por salirse de las estructuras familiares tradicionales para concentrarse en el trabajo». Las tasas de matrimonio y fertilidad son particularmente bajas para las mujeres asiáticas exitosas. De última, nadie puede predecir con certeza el futuro de la brecha de género; simplemente hay demasiadas variables incontrolables. Pero claramente falta algo en el debate actual. Si la brecha de sueldo lleva a considerar que los hombres son más productivos que las mujeres, la brecha en la educación simétricamente debería llevarnos a pensar lo opuesto. Quizá las mujeres son las más productivas. Si las elecciones que hacen las mujeres como tomar tiempo para criar a sus hijos las hace menos productivas en la economía, ¿el comportamiento de los chicos adolescentes en las escuelas los hace aún menos productivos porque se pierden el potencial educativo de sus años de formación? Quizá no debiéramos preguntar cuándo se pondrán a la par las mujeres. Quizá ya se han puesto a la par y lo que deberíamos preguntarnos es si la sociedad es la que las retiene.

Fuente: La Nacion

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