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William Kaelin, Peter Ratcliffe y Gregg Semenza obtuvieron el Nobel de Medicina o Fisiología gracias a sus descubrimientos vinculados a cómo “las células se adaptan al oxígeno disponible”. Identificaron, en este sentido, “de qué manera opera la maquinaria molecular que regula la actividad de los genes responsables”, según anunció desde Estocolmo el comité organizador. La exploración de este proceso podría ser fundamental para el estudio de problemas de salud variopintos como anemia, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
“Las células modifican su expresión génica ante concentraciones bajas de oxígeno (hipoxia). Los tres investigadores premiados permitieron entender cómo está regulado ese mecanismo celular”, señala Pablo Wappner, Investigador del Conicet y jefe del Laboratorio de Genética y Fisiología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL). Todas las formas complejas de vida utilizan oxígeno para la respiración celular. Los humanos hemos naturalizado a tal punto su presencia que, si bien sabemos que es vital para sobrevivir, usualmente, no cuestionamos su falta. Salvo por estos tres referentes.
Kaelin y Semenza nacieron en Nueva York y realizan sus aportes desde EEUU, aunque el primero imparte clases en Harvard y el otro en la Universidad Johns Hopkins. Por su parte, Ratcliffe es británico y realiza sus contribuciones desde la Universidad de Oxford.
Fuente: Página 12