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Israel ordenó la expulsión del director regional de Human Rights Watch (HRW), Omar Shakir, por presuntamente apoyar un boicot contra el país, y le dio un plazo de dos semanas para abandonar el país.

El episodio fue repudiado por entidades de derechos humanos, entre ellos Amnistía Internacional, y 15 organizaciones israelíes, quienes reclamaron al gobierno que revea la decisión.

«El ministro del Interior Aryeh Deri así lo ha decidido siguiendo una recomendación del ministro de Asuntos Estratégicos, Guilad Erdan, que incluye información sobre las actividades de Shakir durante años», informó la Autoridad de Inmigración y Fronteras israelí en un comunicado.

Shakir, un ciudadano estadounidense con raíces iraquíes, es el responsable en Israel y los territorios palestinos de Human Rights Watch. Según escribió en Twitter, su expulsión se debe a una intención de Tel Aviv para acallar el disenso.

El organismo señaló que la decisión del gobierno de Benjamin Netanyahu se basa en un expediente con las actividades de Shakir en la última década, en su mayoría durante sus trabajo en esa organización, y que se ha tomado un año después de que el Ministerio del Interior le diera un permiso de trabajo como experto extranjero.

«No se trata de Shakir, sino de amordazar a Human Rights Watch y cerrar las críticas del historial de derechos de Israel», aseguró el vicedirector de programas de HRW, Iain Levine, quien señaló que «compilar archivos y deportar a defensores de los derechos humanos está en el libro de estrategia de los servicios rusos o egipcios».

HRW defiende que ni ellos ni su director impulsan el boicot de Israel, como argumentó en una carta al Ministerio de Interior y asegura que este reconoció en otra misiva, que afirmaba que «no ha surgido información con respecto a estas actividades desde que Shakir se unió a HRW».

«Es la primera vez desde que HRW empezó a monitorear Israel y los territorios palestinos ocupados que Israel ha sacado a alguien del personal del país», apuntó Levine, a la vez que lo consideró como «el último de muchos ejemplos de la creciente intolerancia israelí a aquellos que critican su archivo de derechos».

Amnistía Internacional (AI) y otras 15 organizaciones israelíes condenaron también la decisión israelí. «Nos solidarizamos con Omar Shakir y condenamos con firmeza la decisión de revocar su permiso de trabajo para que deje el país. Esta es otra señal alarmante de la creciente intolerancia del país con las voces críticas», lamentó la vicedirectora de AI para Oriente Medio y Norte de África, Magdalena Mughrabi.

Instó a las autoridades israelíes a «parar inmediatamente el hostigamiento constante a los defensores de derechos humanos». «Prohibir el acceso de aquellos que documentan los abusos de derechos humanos no esconderá las violaciones masivas israelíes llevadas a cabo en un contexto de más de 50 años de ocupación», agregó Mughrabi.

Fuente: Clarín