Barack Obama: «Nadie en la Argentina o Brasil con acceso a Internet puede sentirse fuera de esta revolución digital»

El expresidente dijo que "En América Latina hay a veces una dicotomía entre mercado-Estado que es muy ideológica".



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Con la calidez de siempre y el carisma intacto, Barack Obama hizo vibrar ayer a unos 15.000 asistentes a la séptima edición del Vtex Day en San Pablo, el mayor encuentro de negocios sobre innovación digital y comercio electrónico de América Latina.

«Si sos exitoso es porque fuiste afortunado. Pocas personas logran cosas sin ayuda. Yo por ejemplo, tuve una madre que me dijo que podría ser lo que yo quisiera», comenzó diciendo el expresidente de Estados Unidos, para luego subrayar que el hecho de no haber conocido a su padre pudo haber sido el motor que lo moviera hacia adelante: «Quizás siempre sentí que tenía algo que probar», reflexionó.

El relato sobre su experiencia personal siguió por el lado de los fracasos y la necesidad del error como generador de aprendizajes. «Es bueno probar, equivocarse, las cicatrices te dan valor para seguir adelante. El temor a fracasar es lo que te frena. Por ejemplo, cuando competía para ser presidente, mucha gente de mi círculo cercano me quería proteger de un posible fracaso, porque nunca había ocurrido que alguien como yo llegara a la Casa Blanca. Lo importante es que el fracaso te prepara, cualquiera sea la circunstancia», reflexionó.

Otro experiencia personal que compartió tuvo que ver con el acceso a educación que le dio su madre, quien lo alentó a ser siempre una persona curiosa. Justamente ese punto se convirtió en vertebral en su vida y también parte central del mensaje que quiere transmitir al mundo: la necesidad de abrirse a otros puntos de vista.

«Un gran peligro que veo hoy es que las personas buscan y comparten información que les confirma lo que ya saben, sus formas de pensar. Mi educación me dio la posibilidad de revisar lo que sé, de considerarme una persona que nunca cesa de aprender. No es aconsejable que los jóvenes consuman información sin freno porque sí, sino que tengan la capacidad de pensar críticamente sobre lo que leen y escuchan. La diversidad y el pensamiento crítico enriquecen siempre», explicó.

Lo ejemplificó con su propia experiencia en la Casa Blanca: «Sabía que estaba haciendo bien las cosas y que estaba en el camino correcto si tenía gente a mi alrededor que cuestionaba mis decisiones. Procuré rodearme de equipos ricos en diversidad y, sobre todo, con muchas mujeres».

Este pensamiento crítico es, para Obama, nuestro diferencial único. «En la era de la economía digital, donde la automatización y la inteligencia artificial tomarán a su cargo muchos de los trabajos más rutinarios, la creatividad y la capacidad crítica serán sin duda nuestros mejores aliados», aseguró.

Otro gran eje de su charla tuvo que ver con la educación. En sintonía con el espíritu del evento -que procuraba rescatar y honrar el trabajo silencioso y clave de los profesores-, Obama señaló que son ellos quienes «te enseñan cosas sobre uno mismo, cosas que ni uno ve» y agregó que, en su caso, los profesores que se cruzaron en su camino le enseñaron a «quitar el ego de las causas que quería defender».

El expresidente subrayó la necesidad de revalorizar la educación, el rol de los docentes y elevar sus salarios. «Sigamos el ejemplo de Finlandia y entendamos la educación como un valor social, pero también económico. Educar y ayudar a los chicos y adolescentes no es hacer caridad, sino invertir en el valor económico de un país, en su desarrollo. Si todos tienen las mismas oportunidades, se beneficiará la economía en su conjunto», graficó.

Consultado acerca de si América Latina puede convertirse en una potencia tecnológica, Obama explicó las razones de su optimismo: «Hay ecosistemas como Silicon Valley, con universidades, capital y empresas, pero la realidad es que las ideas no están atadas a ninguna geografía, se mueven a velocidad y globalmente, basta con mirar a China».

Y completó con un mensaje para las potencias de la región: «Nadie en la Argentina o Brasil con acceso a Internet puede sentirse fuera de esta revolución digital, pero para que ello ocurra se necesita invertir en educación, tecnología y ciencia, sin esto, todo es más complejo», resumió.

Respecto del liderazgo, Obama señaló que «líder» no es el que tiene «todas las respuestas» sino «el que hace las mejores preguntas» y, a la vez, quien es capaz de empoderar a otras personas. «No podría decir que mis decisiones fueron todas correctas, pero sí puedo afirmar que evalué todas las opciones que había y que, con la formación que tenía disponible, tomé las decisiones que creí más convenientes», dijo.

Además, agregó la satisfacción con la que se quedó luego de ocho años en el poder. «Junto con mi mujer Michelle y mis hijas no tuvimos ni un escándalo. No sé si fuimos los mejores, pero mostramos que se puede estar en el poder y ser íntegros, sin manchas ni alcanzados por la corrupción», recordó.

Hacia el final, se refirió a la necesidad de balancear la ecuación estado-mercado para alcanzar el desarrollo. «No se puede tener un buen mercado si no tenés un buen gobierno, un Estado fuerte e inversión en educación; lo digo principalmente porque en América Latina hay a veces una dicotomía entre mercado-Estado que es muy ideológica. Necesitamos leyes, transparencia, buena infraestructura, gobiernos fuertes y también impuestos, porque son una inversión en la sociedad. Todo esto asegura un buen escenario para los negocios, son las condiciones que te permiten que eso suceda», explicó.

Por último, comentó que no es posible lograr equidad total, pero sí procurarla: «No está mal ganar dinero, arriesgar y ser retribuido por eso, el tema es si se está dispuesto a devolver a la sociedad. Creo en el capitalismo y en la riqueza, pero hay que diseñar sistemas que no destruyan al prójimo ni pongan en riesgo al planeta. Todo esto tiene que ser prioridad para los líderes, no sólo políticos, sino en todos los ámbitos. Este momento del mundo requiere responsabilidad y compromiso en los líderes como nunca antes», cerró.

Fuente:

La Nación



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