“En algunas de estas alaban al mismísimo diablo. Abusan, torturan y matan a niños pequeños en cantidades increíble, y esto ocurre desde hace mucho tiempo. ¡Despierten!”, exclama el agresor.

Según la fiscalía federal alemana sugiere que detrás del crimen hay un trasfondo terrorista y xenófobo. En su ataque el hombre se ensañó contra dos bares frecuentados por la comunidad turca en Alemania, disparando contra los clientes y empleados. Luego habría matado a su propia madre, encontrada por la policía junto a su cadáver.

Por su parte la Canciller Angela Merkel sostuvo a raíz de este brutal suceso que “el racismo es un veneno”.