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El Gobierno licitó hoy dos bonos atados a la inflación, pero diferentes no sólo en su duración sino también en el método de cálculo de los intereses y la actualización de capital y, por lo tanto, en el retorno potencial que ofrece cada uno de esos títulos por sobre el aumento de los precios minoristas. En total, fueron adjudicados 58.300 millones de pesos, y los resultados de la licitación no dejan dudas con respecto a que el mercado eligió la cláusula gatillo.

En total, el Ministerio de Finanzas estaba autorizado a licitar hasta $ 60.000 millones, la mitad del monto con cada uno de los dos bonos.

El primero de ellos, a dos años (con fecha de emisión el 6 de marzo de 2018 y vencimiento el 6 de marzo de 2020), pagará lo que resulte más alto entre un interés del 1,6012 mensual (equivalente a un 21% anual) y un 4% anual por sobre la actualización de capital por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Esto implica que si la inflación es del 16,35% o más, el bono paga un 4% por sobre la inflación (una especie de retorno mínimo garantizado) y si la inflación es menor al 16,3%, paga un 21% anual.

El mecanismo se aplica para cada uno de los dos años de duración del bono: es decir que si en el primer año del bono la inflación es superior al 16,3%, se actualiza por CER + 4%; pero si en el segundo año la inflación es menor, el interés de ese segundo año es del 21% (resultado del 1,6% mensual acumulado durante esos 12 meses), por lo que el 4% sobre inflación actúa como piso garantizado. La amortización es al vencimiento.

El segundo bono, a cinco años, actualiza capital por CER y paga semestralmente un interés equivalente al 4% anual sobre la deuda actualizada (o sea que paga 4% sobre inflación).

Para el primer bono, hubo ofertas por un valor nominal de $ 68.000 millones, más del doble que el total disponible, por lo que se adjudicaron los $ 30.000 millones con un precio de corte de $ 1015 por cada $ 1000 nominales (es decir que el retorno para el que compró en la licitación es apenas inferior al interés nominal del bono).

Para el segundo bono, el BONCER 2023, las ofertas fueron de $ 29.000 millones y se adjudicaron $ 28.300 millones con un precio de corte de $ 992,50 por cada $ 1000 de valor nominal (y el retorno para quien licitó es ligeramente mayor al nominal ofrecido por el bono).

El Ministerio de Finanzas informó además que “de acuerdo al procedimiento, se adjudicó el total de las órdenes recibidas en el Tramo No Competitivo” y que “a las ofertas del Tramo Competitivo ingresadas al precio de corte de $ 1015, se les aplicó un factor de prorrateo de 70,89%” para el bono con cláusula gatillo que vence en 2020.

Fuente: Cronista Comercial