Investigadores del Ralph Veterinary Referral Center de Inglaterra reportaron "los primeros casos de infección de perros y gatos domésticos por la variante británica B.1.1.7 del SARS-CoV-2". Según la Organización Panamericana de la Salud todavía "no hay evidencia científica de que los animales de compañía sean una fuente de infección para los humanos".