“Es muy inteligente y evalúa a cada persona que ve, y sabe cómo abordar a cada persona. Sabe quién llega y está distraído, a quién puede asustar y a quién no, es juguetona y muy analítica porque desde que vas entrando analiza tus pasos, la forma de acercarte, te va analizando y va decidiendo cómo actuar”, dice David García, uno de sus cuatro cuidadores