Cómo, y por qué, Apple llegó a valer más que Microsoft

El valor bursátil de Apple superó a principios de 2015 los 700 mil millones de dólares



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El valor bursátil de Apple superó a principios de 2015 los 700 mil millones de dólares




Cuando las acciones de Microsoft presentaban un alza sin precedentes en 1999 y su capitalización de mercado era cercana a los US$ 620 mil millones, la idea de que Apple Computer llegaría a ser aún más grande, ni qué decir el doble, era irrisoria. Apple estaba al borde de la quiebra. El sistema operativo de Microsoft dominaba a tal grado el mercado de las computadoras personales, entonces el centro del universo tecnológico, que el gobierno consideraba a la empresa un monopolio ilegal.

A finales de enero último, tanto Microsoft como Apple dieron a conocer sus más recientes ingresos y lo que alguna vez fuera impensable se volvió realidad: la capitalización bursátil de Apple llegó a los US$ 683 mil millones, más del doble del valor actual de Microsoft, que es de US$ 338 mil millones.

En la conferencia de prensa sobre los ingresos de Apple, su director ejecutivo, Timothy D. Cook, declaró que el trimestre fue «histórico» y los dividendos «sorprendentes». Al mencionar que Apple vendió más de 34.000 iPhones por hora, 24 horas al día, durante el trimestre, comentó que tal volumen de ventas era «difícil de entender».

Apple recaudó US$ 18 mil millones en el trimestre, más que cualquier otra empresa en un solo trimestre, registrando un ingreso de US$ 75 mil millones. Toni Sacconaghi, analista senior de Bernstein, comentó que su flujo de efectivo libre de US$ 30 mil millones en un trimestre fue más del doble de lo que IBM, otra compañía de tecnología que alguna vez dominó el mercado, gana en todo un año. Las acciones subieron más del 5 por ciento aun cuando el mercado en general estaba a la baja.

Un mucho más moderado Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft, quien está tratando de transformar a la empresa y reducir su dependencia respecto al sistema operativo Windows, habló de los «desafíos». Los ingresos de Microsoft fueron escasamente un tercio de los de Apple y el ingreso operativo de US$ 7,8 mil millones fue menos de una cuarta parte del de Apple. Las acciones de Microsoft cayeron 9 por ciento dada la preocupación de los accionistas por un mercado de software para computadoras personales que se está avejentado.

Podés leer también: Un repaso por el primer año de Satya Nadella al mando de Microsoft

Robert X. Cringely, pseudónimo del periodista de tecnología Mark Stephens, me comentó esta semana que cuando entrevistó al cofundador de Microsoft, Bill Gates, en 1998 para Vanity Fair, Gates «no podía imaginar un escenario en el que Apple pudiera llegar a ser mayor y más rentable que Microsoft».

«Sabe que no puede ganar», dijo Gates del entonces cofundador de Apple, Steve Jobs.

Pero menos de dos décadas más tarde, Apple ganó. La forma en la que esto sucedió incluye algunas importantes lecciones, inclusive para la misma Apple, si quiere evitar el destino de Microsoft. Después de todo, Apple ahora depende del éxito de una línea de producto; el iPhone representa el 69 por ciento de sus ingresos, como sucedió alguna vez con Windows para Microsoft.

Tim Cook y Steve Jobs en 2010, durante una conferencia de prensa. Foto: Reuters 

Las empresas más exitosas necesitan una visión y tanto Apple como Microsoft la tienen. Pero la de Apple fue más radical y, resulta ser, más previsora. Microsoft predijo que habría una computadora sobre el escritorio de cada persona, una idea descabellada en una época en la que las grandes computadoras de IBM ocupaban habitaciones enteras. Apple fue una zancada más allá: Su visión fue una computadora en cada bolsillo. Y además esa computadora resultó ser un teléfono, el dispositivo de consumo más usado en el mundo. Apple acabó desestabilizando dos enormes mercados.

«Apple ha sido muy visionaria al crear y expandir categorías nuevas e importantes de electrónicos de uso comercial», dijo Sacconaghi. «La innovación única y desestabilizadora es muy difícil de lograr. Conseguirlo muchas veces, como lo ha hecho Apple, es extremadamente complicado. Es el equivalente de Pixar, que produce un éxito tras otro. Hay que darle crédito a Apple por eso.»

Walter Isaacson, quien entrevistara a Jobs para su biografía sobre el cofundador y director ejecutivo de Apple, dijo: «Steve creyó que el mundo se volvería móvil y tuvo razón. Y creía que la estética en el diseño era importante; lo emocionaba profundamente. Los objetos con una gran funcionalidad tenían que ser también objetos de deseo.»

Al igual que muchas empresas exitosas, Microsoft cultivó su posición dominante, pero a riesgo de perderse innovaciones potencialmente desestabilizadoras. «Hay que reconocer que Microsoft ha sido exitosa y lo sigue siendo», declaró Robert Cihra, director ejecutivo senior y analista de tecnología en Evercore. «Pero está claro que se han esforzado por buscar cómo proteger la marca de Windows sin que ello los detenga en otras áreas. Pienso que hasta Microsoft estaría de acuerdo en que han estado demasiado preocupados en proteger Windows en el transcurso de los años, para su perjuicio.»

En cambio, «Steve insertó en el ADN de Apple que no había que tener miedo de canibalizarse», comentó Isaacson y continuó: «Cuando el iPod era la gallina de los huevos de oro, dijo que algún día los fabricantes de teléfonos se darían cuenta de que podían ponerles música. Tenemos que hacerlo nosotros primero. Ahora, lo que estamos viendo es que el iPhone de mayor tamaño puede estar afectando las ventas del iPad, pero era lo que había que hacer.»

Cihra concuerda: «Apple echó por tierra su negocio del iPod; están más contentos vendiendo 74.5 millones de iPhones de lo que estarían incluso si siguieran vendiendo el mismo número de iPods, que de cualquier manera no venderían porque alguien más los habría canibalizado.»

Microsoft ha intentado diversificarse en reiteradas ocasiones y sigue intentándolo con Nadella. Pero, en palabras de Sacconaghi: «ha sido más bien un seguidor, en tanto que Apple ha marcado tendencias, tratando de reinventar una industria».

Con la tardía compra de Nokia, Microsoft está ofreciendo su propio smartphone, el Windows Phone, en una abierta competencia con Apple. Si bien el dispositivo se ha ganado algunas críticas positivas, Cihra expresa: «No estoy seguro de que los consumidores necesiten una tercera opción» respecto a las plataformas Android e iOS. La de por sí minúscula participación del mercado de los smartphones de Microsft ha ido a la baja.

 Satya Nadella, actual CEO de Microsoft, junto a Bill Gates y Steve Ballmer, el 4 de febrero de 2014, al asumir su puesto. Foto: Reuters 

Tal vez más sorprendente resulta que el modelo de Apple, que integra todos los aspectos del diseño y la fabricación de un producto y que hace mucho fue abandonado por otros fabricantes, se ha reivindicado. Microsoft alguna vez se contentó con dedicarse al software, cediendo los procesadores a compañías como Intel y las mismas PCs a diversos fabricantes.

«Microsoft pareció tener un mejor modelo de negocios durante mucho tiempo», dijo Isaacson, «pero a la larga, no creó productos de belleza etérea. Steve creyó que había que controlar cada pincelada de principio a fin. No porque fuera un controlador obsesivo, sino porque era un apasionado de la perfección.»

Apple «probó que uno quiere poseer el hardware y no sólo la plataforma. Con la llegada de las computadoras personales, todo mundo abandonó ese modelo, a excepción de Apple. Pero si se acierta con este modelo, la ventaja es enorme. Si quieres un dispositivo Android, puedes ir a cualquier parte, pero si quieres un iPhone, tienes que ir a Apple», comentó Cihra.

«Si puedes hacer eso, tienes poder para fijar precios y consigues una rentabilidad increíble». Apple registró márgenes de ganancia este trimestre de casi 40 por ciento.

Y además vendría el exitoso cambio de liderazgo en Apple con Cook, quien asumió el cargo de director ejecutivo en 2011, poco antes de la muerte de Jobs. No es que Steve Ballmer, el sucesor inmediato de Bill Gates, y ahora Nadella, no hayan hecho un trabajo decente al frente de Microsoft. Antes de la caída de esta semana, las acciones de Microsoft estaban cerca de su precio más alto de la historia. Pero Bill Gates aún sigue lleno de vida e involucrado con la compañía.

Jobs «me dijo que Tim Cook sería un líder inspirador. Sabía que Tim no se levantaría todos los días tratando de descifrar qué haría Steve Jobs. Steve nunca hubiera hecho un iPhone más grande, no creía en eso. Pero Tim lo hizo y fue lo correcto», cuenta Isaacson.

A algunos inversionistas les preocupa que Apple pueda volverse prisionero de su propio éxito. Como Sacconaghi observó, el 69 por ciento de los ingresos de la empresa y la totalidad del crecimiento de sus ingresos en este trimestre provinieron del iPhone, lo que hace a Apple altamente dependiente de una sola línea de producto. «Siempre se corre el riesgo de otro cambio de paradigma», comentó «Quién sabe qué podría ser, pero Apple vive y muere por el iPhone. Es una marca líder hasta que deja de serlo.»

Apple también se está enfrentando al «desafío de las grandes cifras», dijo Cihra. Una capitalización de mercado cercana a los US$ 700 mil millones «asusta a la gente. ¿Cómo puede crecer más? ¿Cómo puede ser posible?», agregó. Apple ya es la empresa más grande del mundo, por un margen muy importante.

Sin embargo, Cihra observó que, según muchos indicadores, las acciones Apple parecen ser una ganga: «La valoración sigue siendo moderada. Está a menos de 13 veces las ganancias del año que entra y es menos de 10 veces el flujo de caja», ambos están por debajo del promedio del mercado. «Esos son múltiplos muy bajos. Tienen US$ 140 mil millones en efectivo en el balance y están generando US$ 60 mil millones en efectivo al año. Todas las cifras son descomunales; es difícil para la gente darse una idea», dijo.

Cihra afirmó que Microsoft ya domina sus negocios principales, lo que le deja poco margen de crecimiento; por el contrario, dijo, «Apple aún no tiene una participación masiva en ninguno de sus mercados clave. Incluso en el de los teléfonos inteligentes, su participación de mercado está entre el 15 y el 17%. La estrategia de Apple ha sido hacerse de una pequeña porción de un mercado masivo. Es un modelo bastante singular que deja mucho espacio para el crecimiento.»

¿Puede Apple continuar viviendo con base en el credo desestabilizador de Jobs ahora que la empresa es tan exitosa como alguna vez lo fue Microsoft? Cihra comenta que una cosa es que Apple canibalice sus negocios de iPod o Mac, pero otra muy distinta es que ponga en riesgo al colosal iPhone.

«La situación se torna más difícil para Apple», comentó Cihra. «Los inversionistas se preguntan: ¿cuál será el próximo iPhone? No hay una respuesta evidente. Resulta casi imposible pensar en otra cosa que genere un negocio de US$ 140 mil millones de la nada.»

Fuente: lanacion.com.ar

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