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La embarcación había dado una vuelta campana el 24 de febrero a unos 70 km de la costa. Tres personas habían sido rescatadas entonces. Continúa la intensa búsqueda de otros cuatro marineros.
Fue rescatado hoy el cuerpo de uno de los cinco hombres desaparecidos en el hundimiento del buque pesquero San Jorge I a fines de febrero en el mar frente a Villa Gesell, según informaron fuentes de Prefectura Naval.
El cuerpo era el del marinero Carlos Sebastián Peña, encontrado de casualidad por otro barco pesquero que tendió sus redes cerca de donde se había producido el hundimiento.
El jefe de la delegación marplatense de la Prefectura, Osiris López, reveló que los restos ya fueron entregados a la familia.
El martes 24 de febrero a la noche, el pesquero San Jorge I dio una vuelta de campana y se hundió a unos 70 kilómetros de la costa. Tres personas pudieron ser rescatadas.
El contacto de radio se perdió en las últimas horas de esa noche. Poco después, el segundo patrón del pesquero San Antonino III alcanzó a divisar una balsa con tres ocupantes.
«Los vimos y clavamos la mirada para no perderlos en la oscuridad», comentaron los colegas que protagonizaron el rescate.
Desde entonces, la búsqueda de los cinco desaparecidos fue incesante. Tres guardacostas, dos helicópteros, un avión, un equipo de buzos de rescate y otras embarcaciones pesqueras se unieron a la operación, que se concentró a 41 millas frente a las costas de Villa Gesell.
El jefe de la delegación marplatense de la Prefectura aseguró hoy que sigue la búsqueda de los otros cuatro tripulantes que continúan desaparecidos: Pablo Vaccarezza (el capitán del buque), Alejandro González, Rogelio Hernández y Maximiliano Alí.
Qué pasó. Se desconocen los motivos que provocaron el accidente de la embarcación, que tiene 20,17 metros de eslora, 6,14 de manga, 3,15 de calado y estaba abocada a la captura de pez palo. Se presume que pudo haber tenido una falla en el mecanismo para levantar redes que, con carga importante, ocasionó una vuelta de campana. Se descartaron cuestiones de mareas y climáticas, ya que las condiciones de navegabilidad eran óptimas, con vientos no superiores a los 15 kilómetros por hora.
Fuente: La Nación