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La muerte de otra persona elevó al menos a 11 el número de fallecidos, en su mayoría jóvenes que fueron baleados, por las protestas contra la violencia policial que estremecieron a Bogotá los últimos dos días, informaron hoy autoridades.
Cientos de personas más resultaron heridas en los choques y disturbios, que estallaron en repudio a la agresión que sufrió Javier Ordóñez, de 43 años, a manos de uniformados que lo sometieron en el suelo a varias descargas con un arma eléctrica.
El ingeniero murió después de ser llevado a una estación de policía en circunstancias bajo investigación.
Anoche se desencadenaron nuevas protestas, aunque parecían menos intensas en Bogotá que en ciudades como Medellín, en el noroeste del país, y la sureña Cali, donde hubo fuertes enfrentamientos con la policía, informó la agencia de noticias AFP.
En Bogotá perecieron siete jóvenes entre los 17 y 27 años a causa de heridas de bala, mientras tres personas más murieron en el vecino municipio de Soacha, según autoridades.
Además, una mujer murió atropellada por un colectivo hurtado por “un vándalo”, dijo Trujillo.
Las protestas dejan además 209 civiles y 194 uniformados heridos, junto con decenas de puestos de policía destruidos y daños en vehículos de servicio público.
López remarcó que una violencia así no se registraba ni “en un combate en las peores épocas del conflicto armado en Colombia”.
Uno de los heridos es Frankpierre Charry, de 23 años, quien según su familia quedó atrapado en uno de los enfrentamientos en el sur de Bogotá. Hoy está al borde de la muerte en un hospital.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un órgano de la OEA, condenó “enfáticamente los casos de brutalidad y abuso policial” en el país.
El Gobierno reportó 101 detenidos en las protestas, que amenazan con propagarse en las próximas horas.
La agresión policial que desató el caos ocurrió en la madrugada del miércoles en el noroeste de Bogotá.
La policía colombiana dijo que atendió un llamado por desórdenes por consumo de alcohol. Según esa versión, Ordóñez intentó golpear a dos uniformados que lo inmovilizaron y activaron su arma eléctrica.
El presidente Iván Duque volvió a prometer ayer una investigación “con total rigor para tener absoluta certeza sobre los hechos”. Sin embargo, rechazó que se “estigmatice y se les llame asesinos” a los uniformados por “responsabilidades” puntuales.
Fuente: Telám