El último ataque de la organización terrorista dejó cientos de muertos y miles de edificios destruidos.
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El último ataque de la organización terrorista dejó cientos de muertos y miles de edificios destruidos.
El grupo islamista -que ya opera en Nigeria, Camerún, Niger y Chad- se convirtió con el pasar de los años en una organización cada vez más sofisticada y difícil de combatir. En los últimos 4 años, los ataques de Boko Haram dejaron, al menos, 11 mil muertos.
A pesar de ser un país independiente desde 1960, Nigeria se vio sumida históricamente en enfrentamientos internos entre distintas tribus y credos.
«Los eventos de los pasados 60 o 70 años comenzaron el deslizamiento hacia la pobreza y desigualdad (del norte del país) que eventualmente condujo a la formación de Boko Haram», explica Max Sioullun, un especialista sobre el país africano.
Según Siollun, en muchos estados del sur más de 90% de las mujeres son alfabetizadas mientras que la cifra en algunos estados del norte es de menos 5%.
«Boko Haram recluta a sus miembros de las legiones de hombres jóvenes sin educación, desempleados, pobres y desilusionados del norte del país», dice Sioullun.
Boko Haram formó en 2002 con la intención de derrocar al gobierno y crear un Estado Islámico en el norte.
En 2009, el gobierno lanzó una letal ofensiva contra el grupo extremista que se inició con la muerte de su fundador, Mohammed Yusuf, cuando estaba bajo custodia policial. No son pocos los que creen que la muerte de Yusuf y la enorme ofensiva militar nigeriana provocaron que la organización se tornara aún más violenta y radical.
A menudo se han expresado críticas al gobierno de Nigeria por no hacer «suficiente» para combatir a Boko Haram y por «subestimar» las muertes atribuidas a la organización y la extensión del territorio que controla en el noreste.
Según Max Siollun, el ejército nigeriano «no está equipado para este tipo de conflicto», para la enormidad de los tres estados más afectados por Boko Haram en el noreste del país, Borno, Yobe y Adamawa, «un área cinco veces más grande que Suiza».
«Tratar de atrapar a militantes vestidos de civil, que se mezclan con millones de civiles en pueblos, ciudades, mercados y bosques no es tarea fácil». consideró.
Y Zachary Pascal está de acuerdo en que un enorme desafío es «la singular geografía de Nigeria, que permite a la gente movilizarse fácilmente a través de la región del Sahel, dominada por musulmanes, que une a Chad, Camerún, Nigeria y Niger».
Fuente: Infonews