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Jorge Bergoglio comenzará hoy su viaje más largo. Durará ocho días y contará con varios traslados en avión y helicóptero. 

En una visita que durará ocho días y constituirá el viaje más largo -y seguramente el más agotador por los varios traslados en avión y helicóptero- junto con el de Brasil en 2013, Francisco emprende hoy su séptimo viaje apostólico y el segundo a Asia después de su visita a Corea en agosto de 2014. Como aquella vez, el avión del pontífice argentino fue autorizado a sobrevolar el espacio aéreo chino durante el regreso y como señal de agradecimiento, volverá enviar a las autoridades de Pekín un telegrama por el gesto. Todo un signo teniendo en cuenta que a Juan Pablo II no se lo permitieron.

Sri Lanka y Filipinas ya fueron visitados en 1970 por el Pablo VI, quien realizó una amplia gira por Asia, y por Juan Pablo II, que fue a Filipinas en 1981 y luego a los dos Estados en 1995, mientras que Benedicto XVI tuvo como deuda pendiente visitar el continente asiático.

Su primera parada será Sri Lanka, donde la presencia y la palabra del Papa -hablará en inglés durante los discursos y celebraciones litúrgicas- se espera que sean motivo de reconciliación después de 30 años de conflictos internos entre cingaleses y tamiles, terminados en 2009.

Uno de los momentos más importantes para Francisco será el encuentro interreligioso en Colombo, capital de un país en el que el 70% de la población es budista, el 12% hinduista, el 10% islámica y 7% cristiana, en su mayoría católica. También la misa para la canonización de José Vaz, beatificado por Juan Pablo II, para impulsar la pacificación del país. Y luego la oración mariana en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario en Madhu, importante lugar de peregrinación, muy amado, que se encuentra en el norte, de mayoría tamil. Allí cada año más de 600.000 personas, no sólo católicas, peregrinan para rezarle a la Virgen.

Después haber sufrido en el 2013 uno de los peores tifones de la historia que dejó alrededor de ocho mil muertos, de 15 millones de damnificados y medio millón de viviendas destruidas, el Papa llegará a Filipinas el jueves 15 para llevar su consuelo y cercanía a un pueblo tan sufrido, que prepara el 500 aniversario de su evangelización, en 2021.

Durante su estadía, habrá dos momentos especialmente anhelados por él: su encuentro en Manila el viernes 16 con las familias, realidad central filipina, de este gran país asiático de mayoría católica así como también el encuentro con algunos supervivientes del tifón Haiyán.

Juan Pablo II había dicho que la evangelización de Asia sería el desafío del tercer milenio para la Iglesia… Francisco lo está haciendo realidad.

Fuente: minutouno.com