Sin acuerdo, las negociaciones nucleares con Irán se extenderán hasta el 1° de julio próximo

A horas del plazo final establecido para alcanzar un acuerdo nuclear, el país árabe y las principales potencias del mundo decidieron extender las negociaciones. 



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A horas del plazo final establecido para alcanzar un acuerdo nuclear, el país árabe y las principales potencias del mundo decidieron extender las negociaciones. 




La decisión da aire a ambas partes para tratar de acercar posiciones y sellar un acuerdo, pero podría ser mal recibida por sectores críticos del proceso en los distintos países involucrados, ya que extiende más de un década de gestiones diplomáticas en torno al programa nuclear iraní.

Tanto las potencias occidentales como sus aliados en Medio Oriente, especialmente Israel, sostienen que Teherán utiliza su programa civil para esconder el desarrollo clandestino de una bomba nuclear, una acusación que la República Islámica ha negado una y otra vez.

Irán, por su parte, reclama su derecho a desarrollar energía nuclear con fines civiles y pide poner fin a años de sanciones políticas, militares y, principalmente, financieras y comerciales que asfixian la economía del país persa de 76 millones de habitantes.

Luego de seis días de frenéticas negociaciones en Viena, los cancilleres de Irán y de las principales potencias -que se habían fijado hoy como plazo para alcanzar un pacto definitivo- acordaron darse más tiempo, hasta el 1 de marzo, para consensuar un acuerdo marco sobre los temas de fondo.

Este convenio marco deberá reemplazarse con un acuerdo final cuatro meses después, para el 30 de junio.

La siguiente ronda de negociaciones se fijó para diciembre próximo, aunque aún no se informó dónde se realizará, informó la agencia de noticias EFE.

Pese a la falta de acuerdo, los ministros presentes en Viena hicieron una valoración positiva de la última ronda de diálogo, mientras que, en Teherán, el presidente iraní, Hasan Rohani, se manifestó confiado en que las negociaciones fructificarán en el buscado entendimiento, «tarde o temprano».

«Todas las partes acordaron que (…) las negociaciones deben continuar. Habrá más reuniones en diciembre y nuestro claro objetivo es alcanzar un acuerdo marco, un acuerdo sobre la sustancia del asunto en los próximos tres meses aproximadamente», explicó el canciller británico, Philip Hammond, a periodistas.

«Creo que estamos empezando a entendernos. Todos van a tener que mostrar algo de flexibilidad para alcanzar un acuerdo», agregó Hammond, quien destacó que pese a haber conseguido «avances significativos», aún existían «diferencias» con Irán.

Los contactos en Viena forman parte de un proceso inaugurado hace casi dos años por el llamado Grupo 5+1, integrado por los cinco países con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido- y Alemania, para limitar el programa nuclear civil de Irán.

Otras rondas pasadas terminaron con las partes acusándose mutuamente por la falta de acuerdo.

Sin embargo, consciente de las discusiones por delante, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, prefirió destacar los aspectos positivos, en un aparente intento por mantener la cordialidad que caracterizó la atmósfera de las discusiones en Viena.

Kerry, quien llegó a la capital austríaca al jueves pasado y se reunió varias veces con el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, dijo hoy que su par de Irán «trabajó diligentemente y se acercó a estas negociaciones con buena fe».

«Hemos logrado progresos substanciales y reales y hemos visto surgir nuevas ideas. Hoy estamos más cerca de un acuerdo que hará más seguro a todo el mundo, especialmente a nuestros aliados en Israel y el Golfo» Pérsico, agregó Kerry en declaraciones a la prensa.

«En los últimos días se presentaron nuevas ideas, eso necesita evidentemente un examen muy técnico porque son cuestiones muy complejas. Necesitamos más tiempo para examinar esto», explicó el canciller francés, Laurent Fabius, tras acordarse la prolongación de las negociaciones.

Durante el fin de semana, Fabius y Hammond se reunieron una y otra vez de modo bilateral, trilateral y multilateral con Kerry, Zarif y sus pares de Alemania, Frank-Walter Steinmeier; de Rusia, Serguei Lavrov; de China, Wang Yi; y con la ex jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.

Según filtraron fuentes diplomáticas occidentales y de la delegación iraní a varios medios internacionales, hay tres puntos que aún impiden alcanzar un acuerdo.

En primer lugar, la cantidad de combustible nuclear, de uso militar y civil, que Irán podrá producir; en segundo lugar, el cronograma de la suspensión de las sanciones militares, políticas, financieras y comerciales que la comunidad internacional acumuló contra Teherán en la última década.

Y en tercer lugar, el período durante el cual el programa nuclear iraní estará sujeto a las inspecciones del organismo de control nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

En Teherán, el presidente Rohani dijo en un discurso televisado que Irán «logró una victoria significativa» en Viena y que «las negociaciones conducirán a un acuerdo, tarde o temprano».

El mandatario agregó que muchas diferencias «fueron eliminadas en las conversaciones».

«Una fase es la de los asuntos que se discuten tras bambalinas, donde se acercan las ideas y tienen lugar las conversaciones. En esta fase hubo buenos progresos. La otra fase es cuando los acuerdos se ponen sobre papel y se convierten un en acuerdo escrito final y definitivo. Aún estamos a cierta distancia de eso», dijo.

A contramano del optimismo expresado en Viena y Teherán, en Israel, el primer ministro y aliado incondicional de Estados Unidos, Benjamin Netanyahu, había dejado en claro que «un no acuerdo era mejor que un mal acuerdo».

Hoy, tras conocerse la decisión de prolongar las negociaciones, Netanyahu se mostró satisfecho.

«Este resultado es mejor, mucho mejor», sentenció el premier en diálogo con la cadena de noticias BBC.

«El hecho de que no haya acuerdo ahora significa que hay una oportunidad de continuar con la presión económica que ha demostrado ser lo único que lleva a Irán a la mesa de negociación», agregó, en referencia a las sanciones internacionales que hace años asfixian a la economía iraní.

Otro sector que probablemente también celebrará la extensión de las negociaciones nucleares es la oposición republicana en Estados Unidos.

La semana pasada, ante la posibilidad de la firma de un acuerdo en Viena, la cúpula republicana había advertido al presidente Barack Obama que no ignorara al Congreso y ratificara por su cuenta el texto.

De hacerlo, prometió el liderazgo opositor en el Capitolio, lo vetaría tras asumir la mayoría de las dos cámaras en enero próximo.

Fuente: Telam

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