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El bloque de Unión por la Patria (UxP) en el Senado de la Nación enfrentará este miércoles una reunión crucial, que podría marcar un punto de inflexión en la dinámica interna del peronismo en la Cámara Alta. Los 34 senadores que conforman el bloque han confirmado su asistencia a la reunión, programada para las 18 horas en el tercer piso del edificio legislativo. El objetivo principal será debatir y definir una postura común respecto de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como ministros de la Corte Suprema de Justicia, cuyos nombramientos por Decreto de parte del presidente Javier Milei han generado divisiones internas y controversias políticas.
En el kirchnerismo aseguran que cuentan con los números necesarios para garantizar el quórum, aunque esto dependerá también del respaldo de sectores opositores como el PRO y los radicales, quienes han manifestado su disposición a participar y oponerse a los nombramientos. Tantos es así que hay dos dictámenes en contra de las postulaciones firmados por Martín Lousteau (UCR) y Guadalupe Tagliaferri (PRO). Con estos dos senadores, quedarían con 36 miembros sentados para iniciar la sesión y sólo le faltaría uno.
El presidente del interbloque de UxP, José Mayans, confirmó la realización de la reunión y adelantó que el tema central será la votación de los pliegos de Lijo y García-Mansilla. En declaraciones a la radio El Destape, Mayans expresó que el bloque intentará alcanzar un consenso sobre cómo proceder, aunque reconoció que no puede garantizar la unanimidad en las decisiones.
El formoseño aseguró que “todos” los senadores del peronismo “votarían en contra” de ambos nombramientos, pero luego matizó su afirmación al admitir que no puede confirmar que todos lo hagan. A pesar de ello, destacó que cuentan con al menos 25 votos necesarios para bloquear los pliegos -es tan importante conseguir los dos tercios para su aprobación como más de un tercio para su rechazo-. Según Mayans, ambos jueces enfrentan “más de 30 votos en contra”, lo que podría ser suficiente para hacer caer sus designaciones.
El bloque kirchnerista ha firmado un comunicado en el que se compromete a no apoyar a ningún juez que haya aceptado su cargo por decreto, lo que complica la situación de García-Mansilla, quien asumió en esas condiciones. Sin embargo, el caso de Lijo presenta un matiz diferente, ya que su nombramiento no se concretó debido a que no se le reconoció la licencia que había pedido, lo que ha generado tensiones dentro del bloque. A esto se le suma que el juez federal tiene buenos lazos con diferentes gobernadores que le habrían comprometido su apoyo a la hora de votar.
Fuente: Infobae