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Desde que hace unos meses se lanzó la inteligencia artificial ChatGPT, un tema del que casi nadie hablaba pasó a estar en las charlas de sobremesa y las conversaciones entre amigos. ¿Qué impacto tendría esta nueva tecnología sobre áreas tan sensibles como la educación, la automatización de nuestros trabajos o la circulación de información falsa?
Pero mientras la discusión se centraba en estos riesgos más mundanos, un grupo de más de mil expertos y desarrolladores liderados por el icónico Elon Musk llamaron a pausar los avances en la investigación de Inteligencia Artificial (IA) porque “podría poner en riesgo a la Humanidad”.
“Pará, pará, pará… No entiendo. Una cosa es que la IA pueda afectar los empleos y otra muy distinta es que ¡nos pueda matar a todos! ¿Cómo podría un simple chat ser peligroso?”.
En realidad, en los círculos de investigación en IA este no es un debate nuevo: gran parte de la comunidad especializada lleva más de una década argumentando que, aunque a nosotros pueda sonarnos absurdo, el riesgo es real: los peligros que acarrea se pueden comparar a los de la tecnología nuclear. Lo que sí es una novedad es que los protagonistas de esta comunidad científica den un golpe en la mesa y pidan “parar la pelota” por seis meses para estudiar los riesgos de los desarrollos en los que ellos mismos trabajan desde hace años.
Fuente: Infobae