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Son 20 kilómetros pero se han vuelto intransitables. Los baches, las roturas y los desniveles en la calzada lograron que los usuarios, cansados de realizar reclamos y de la falta de respuesta, se nieguen a pagar el peaje de la autopista que une Rosario y Cañada de Gómez.

El reclamo y la indignación llegó a las redes sociales donde los usuarios difunden videos y fotos del mal estado de la ruta y comparten su indignación. La viralización de los videos generó un efecto contagio y se habla de una «rebelión civil» conjunta; cada día se multiplican los usuarios que se niegan a pagar.
En las grabaciones se ve cómo los conductores arriban a la cabina de peaje, se presentan y argumentan que no van a pagar debido al pésimo estado de la ruta y el operador levanta la barrera de inmediato, vencido.

En las redes los usuarios no solo se quejan constantemente, también bromean con el estado de la ruta. Martín Ezequiel posteó una foto de una ruta destruida junto al texto: «Pasas el peaje yendo a Rosario y la autopista…».

Fuente:

La Nación