No Banner to display
Boca ya había sufrido el duro golpe de la derrota 4-3 ante Vélez por la semifinal de la Copa Argentina. Con diez hombres por la expulsión de Luis Advíncula, los dirigidos por Fernando Gago habían revertido un 0-2 y faltaban cinco minutos para sellar la hazaña. Pero descuidaron el área y Agustín Bouzat, con dos conquistas, les arrebató el pasaje a la final, que el 11 de diciembre enfrentará al Fortín y a Central Córdoba de Santiago del Estero. Apenas culminado el encuentro, Juan Román Riquelme, ídolo y presidente del Xeneize, bajó del palco del estadio Mario Alberto Kempes y se metió en los camarines.
¿Qué le dijo al plantel? ¿Hubo críticas o sólo una palmada en la espalda? “Siempre paso por el vestuario, a veces paso seguido. Por Copa Argentina me divierte acompañar al equipo, es mi obligación estar acá, me hace muy feliz venir a cada provincia donde nos toca jugar porque la gente le da cariño a nuestros jugadores y está ilusionada de verlos. Hoy fue un partido de fútbol. Teníamos la ilusión de llegar a la final, no se pudo, ahora tenemos que continuar con lo que queda”, buscó bajarle el tono al tropiezo el ex enganche, que no dio detalles de lo sucedido en la intimidad del camerino.
“Fue un partido divertido para el que no es hincha de Vélez y Boca. Hubo muchos errores de los dos equipos. La suerte jugó del lado de ellos. Nosotros tuvimos un partido con situaciones complicadas: ir 2-0, un gol en contra, una expulsión… Se estaba poniendo todo difícil. El equipo compitió, dio vuelta el resultado, se puso 3-2… Así como tuvo muchos errores, tuvo cosas muy buenas. No es fácil ir 2-0 con un jugador menos, pasar a ganar y después al final con dos centros nos terminan ganando el partido. Nosotros teníamos la ilusión de llegar a la final y no pudimos. Ahora tenemos que pensar en los partidos que nos quedan, tratar de hacerlo bien y pedir que la gente nos acompañe. Sabemos que tuvimos cosas buenas y otras no tanto en el año. Yo no lo viví de la manera que quieren instalarle a la gente. Esto es fútbol. Hemos sido semifinalistas de la Copa Argentina, también del torneo pasado (la Copa de la Liga) cuando nos tocó jugar contra Estudiantes y competimos bien. Hoy tuvimos errores, pero el equipo tuvo vergüenza, compitió, pasó a ganarlo y después lo pierde”, analizó lo sucedido sobre el césped.
Al elenco de La Ribera le queda una sola vía para clasificarse a la próxima Copa Libertadores: la tabla anual, en la que acumula 60 puntos, y está a tres de River, que ostenta la última plaza -tiene un partido menos-. “Nosotros necesitamos competir al máximo en cada partido. Yo no escucho que hablen de todos los equipos que tienen la obligación de jugar la Libertadores. Nosotros soñamos y tenemos la obligación de jugarla todos los años”, respondió ante la coyuntura.
Las críticas a Advíncula por la expulsión
“Es fútbol, nadie se hace expulsar porque quiere. Advíncula nos dio muchas alegrías, hoy le tocó ser expulsado por doble amarilla. Son cosas que pasan. Yo lo vivo de esta manera. Quiero ganar, confío en los muchachos… El fútbol argentino es muy competitivo, no es fácil estar en semifinales o llegar a la final. Nosotros sabemos que no lo hemos hecho bien en el torneo largo, pero nos quedan tres partidos, en los cuales tenemos que hacerlo de la mejor manera, ganar y terminar lo más arriba posible. Pero también el año, así como fue duro, hoy llegamos a la semifinal, no es fácil”.
Las críticas por el irregular 2024
“Sabemos cómo se maneja la información, cómo se comunica. Yo soy el primero que tengo autocrítica, el primero que se hace cargo de que el campeonato largo no lo hemos hecho bien. Pero en el semestre pasado fuimos semifinalistas. Ahora, lo hicimos de nuevo. Si se llega a esta instancia, no es bueno, como en 2023 llegamos a la final de la Libertadores y fue un fracaso porque no ganamos… Somos conscientes de que tenemos mucho por mejorar”.
Fuente: Infobae