A la vez, un grupo que con estas nuevas restricciones creía que «igual» estaba adentro, acaba de quedarse afuera de la posibilidad de obtener la ciudadanía.
Clarín habló con Franco Tirelli, el diputado italo-rosarino que representa en el congreso de Italia a los ciudadanos italianos que viven en Sudamérica, para entender estos puntos del alcance de un decreto-ley que convirtió al codiciado passaporto rosso en un sueño de pocos.
«Para nosotros el viernes cayó una bomba atómica«, arranca Tirelli, a quién el anuncio lo encontró en su Santa Fe natal, lejos de su banca italiana. «De emergencia», volverá esta semana.
“Es una medida desproporcionada”, agrega. “Hubo un abuso de la ciudadanía italiana, con gestores y estudios jurídicos que se aprovechaban de la necesidad y el derecho de la gente. Cobraban un montón de plata para hacer el trámite, hubo muchas estafas en Italia. Esto llevó a esta reacción inaudita del gobierno italiano.“
-Si ya es un hecho que se limita el trámite de la ciudadanía italiana a dos generaciones, es decir, solamente a quienes tienen un padre o un abuelo italiano, ¿Qué es lo que se va a debatir de este decreto-ley en el parlamento italiano?
-El viernes, el Gobierno de Meloni presentó un equivalente a lo que en Argentina se llama DNU. Tiene validez desde ese mismo viernes, por 60 días. El decreto-ley es más «suave» que el proyecto de ley, que se debe presentar en el Senado o en la Cámara de Diputados en ese tiempo, y es más «duro», porque el decreto-ley sólo habla de limitar la ciudadanía hasta abuelos, no dice aún que para obtener la ciudadanía por matrimonio, hay que vivir en Italia, y eso podría decirlo el proyecto.
Entonces, por la medida que tiene vigencia desde el viernes, los bisnietos que viven en Argentina, explica Tirelli, sólo pueden obtener la ciudadanía «si uno de sus progenitores residió dos años, como mínimo, continuos en Italia antes del nacimiento de su hijo». Es la condición.
«Si no se obtiene la aprobación en el Senado o en Diputados, el decreto-ley se cae. Pero va a salir aprobado, porque el gobierno tienen mayoría en ambas cámaras. La discusión política que tenemos que hacer tanto en el Senado como en Diputados, es limitar los daños de este proyecto de ley», marca Tirelli.
Y una de las cosas que «seguramente -dice se va a cambiar», por ejemplo, es el tema de los menores de edad, «porque es inconstitucional considerar que el ciudadano italiano que nació en Italia es categoría A, y el que se hizo ciudadano italiano en el exterior es categoría B, y no le puede pasar a su hijo su ciudadanía, porque no puede transmitirla».
El diputado pertenece al Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE) y considera que «quizá podemos negociar que la limitación sea hasta el bisabuelo, no el abuelo. Tenemos que limar todo el resto que pueda dar privilegio a los que nacieron en Italia respecto a los que nacieron en el exterior».
-¿Qué pasa con quienes no presentaron la carpeta pero sí tenían un turno para hacerlo?
–Los turnos están cancelados, no suspendidos. A quienes tenían turnos para después del 28 de marzo (cuando salió el decreto.ley), se les notificaron las cancelaciones. Creían que habían entrado justo, pero no. Porque los consulados ya no pueden iniciar los trámites (salvo que en estos 60 días caiga el decreto y todo vuelva a ser como antes), que se centralizan en Italia, en una oficina especial que se va a crear para ciudadanía. Quienes tienen la carpeta presentada, están bien, también quienes están haciendo juicio para tramitar la ciudadanía en Italia por vía materna», sigue Tirelli.
Fuente: Clarín