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Los senadores nacionales quedaron habilitados a aceptar o no los aumentos de sus dietas. A partir de una resolución interna de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, cada uno de los representantes del cuerpo tendrá la libre elección de establecer sus ingresos. Una medida que para algunos integrantes del Senado podría generar polémicas.
Con la resolución 344/25 del pasado 4 de junio, Villarruel estableció, en el artículo 3 del decreto que invitaba “a los senadores de la Nación a ejercer la opción de adecuar o no, total o parcialmente sus respectivas dietas, informándolo por nota a la presidencia, en mérito a las facultades que le son propias».
De esta manera, la vicepresidenta dejó en claro que los ingresos del senado lo resuelven los propios legisladores y no que ella que representa y percibe sus ingresos a través del Poder Ejecutivo.
Con el último acuerdo paritario entre los trabajadores del Congreso y las autoridades de las Cámaras legislativas, las dietas de los senadores, que a partir de lo que ellos mismos se votaron durante abril de 2024, están enganchadas a los futuros aumentos de los empleados legislativos, y por lo tanto hoy ascienden a los 9,5 millones de pesos.
La última paritaria suscripta por Victoria Villarruel y los gremios de la Asociación del Personal Legislativo (APL), ATE y UPCN fue de este mes de junio con un incremento del 1,3% mensual, retroactivo a los meses de marzo, abril y mayo de este año, más un bono de 100 mil pesos para cada trabajador. Lo que hizo un incremento de 3,9% para esta nueva etapa impactando fuertemente en las dietas de los senadores nacionales. Mientras que las categorías más bajas de los trabajadores del Congreso llevaron sus ingresos en bruto entre los 700 mil y un millón de pesos.
Fuente: Tn